Tecnología para incrementar la producción ovina
Con la esquila preparto, se logró aumentar de 5 a 10 puntos la cantidad de corderos marcados por año en la patagonia.
Además, se multiplicó el rinde de la lana y se mejoró la resistencia de la fibra.
Desde Río Negro hasta Tierra del Fuego, la esquila pre-parto es una de las prácticas más reconocidas e implementadas por los productores. Acompañada de un correcto manejo, permite duplicar la señalada –cantidad de corderos marcados en un año– y mejorar el peso al nacer. Además, su implementación permitió aumentar el rinde de la lana y la resistencia a la tracción de la fibra.
Andrés La Torraca, coordinador del Área de Ganadería y Tecnología de Lanas del INTA Chubut, destacó la importancia de esta tecnología de manejo por los beneficios que se obtienen. “La extracción del vellón antes del parto hace que la oveja busque lugares más abrigados para la parición, lo que permite que el cordero se seque y se incorpore con mayor facilidad”.
Realizada entre unos 30 a 45 días previos al inicio de la parición, la esquila incide directamente en el consumo y gasto energético de la oveja, mejora de 5 a 10 puntos la señalada y aumenta de un 5 a un 7% el rinde de la lana sucia.
“Esto se traduce en una mayor ingesta diaria de forraje, lo que significa una ganancia de 300 gramos más sobre el peso de nacimiento, mayor crecimiento y desarrollo del cordero”, explicó La Torraca.
Asimismo, la ausencia de lana en la zona de la ubre de la oveja esquilada facilita que el cordero acceda a la primera leche brindada por la madre –calostro–. “Con la oveja esquilada y reparada, el cordero se garantiza la leche y el calor materno, y también se siente más seguro, lo que le permite desarrollarse con más fuerza”, expresó La Torraca.