La citricultura argentina se enfrenta a su peor enemigo
Un caso positivo de la plaga Huanglongbing (HLB) que afecta a los cítricos se detectó en la provincia de Corrientes. Las provincias del NEA en alerta.
Más de U$S 1.000 millones anuales y 120 mil puestos de trabajo del sector citrícola argentino están en riesgo por el avance del Huanglongbing (HLB), la enfermedad más destructiva de los cítricos a escala mundial y que, hasta el momento, no tiene cura.
Coordinados por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y con el apoyo de las provincias citrícolas, los especialistas del INTA y del Senasa trabajan en la prevención de la enfermedad desde 2009, cuando se implementó el Programa Nacional de Prevención del HLB –ratificado por la Ley 26.888–.
De acuerdo con Carlos Casamiquela, ministro de Agricultura de la Nación, desde el Senasa se intensificaron las tareas de control para prevenir la expansión del HLB. Por esto, “es necesario seguir contando con el apoyo y la fuerte colaboración de las provincias, especialmente en el NEA, para su control”, señaló.
Si bien la Argentina permanece libre de HLB, de acuerdo con Diego Quiroga, director nacional de Protección Vegetal del Senasa, “el peligro potencial es muy alto y nuestro país atraviesa una situación muy delicada”.
Hasta el momento se han monitoreado 90 mil predios y se analizaron más de 17 mil muestras de diaphorina citri, el insecto vector que transmite el HLB. En julio de este año, el Senasa detectó un caso positivo en Mocoretá –Corrientes– y ejecutó de inmediato un plan para su erradicación, de modo que “la Argentina se mantiene libre de la enfermedad”, aseguró Quiroga.
La enfermedad es la más destructiva de los cítricos y muestra un preocupante avance en el continente americano: ya se extendió en Brasil, México, Paraguay, los Estados Unidos y Centroamérica, con graves consecuencias económicas y sociales. Su detección obliga a la eliminación de la plantación sin posibilidades de recuperación debido al fácil contagio.