Por la crisis del petróleo, negocian con los gremios del sector un ajuste
El Gobierno, las empresas, las provincias y los sindicatos trabajan en medidas para reducir costos, desde la suspensión de personal hasta retiros voluntarios.
|Firmaron un documento que fue difundido como un "acuerdo para sostener la actividad".
Los trabajadores petroleros, dueños de una remuneración que podría despertar la envidia de ejecutivos, funcionarios y empleados de cualquier rubro, pasaron de ensayar reclamos salariales vehementes a discutir recortes en sus beneficios que hasta hace poco eran impensados. Todo bajo la presión que pone sobre el empleo la crisis internacional del crudo.
El 20 de enero, en una reunión de la que participaron los ministros Axel Kicillof (Economía), Julio De Vido (Planificación) y Carlos Tomada (Trabajo); Miguel Galuccio (presidente de YPF); Carlos Bulgheroni, jefe de Pan American Energy (PAE) y principal representante de las petroleras privadas; gobernadores, y los sindicalistas Manuel Arévalo, José Lludgar y Jorge Ávila, todos los eslabones del negocio aceptaron cumplir su parte para evitar que se desplome la actividad.
Firmaron un documento que fue difundido como un "acuerdo para sostener la actividad", de una página y compuesto por cuatro puntos poco específicos. Pero el texto completo, sobre el que hasta ahora no hubo consenso pleno y se discutirá de manera particular con cada provincia en los próximos días, incluye otras dos páginas que les abren la puerta a fuertes ajustes sobre los trabajadores.
Esa versión no fue dada a conocer de manera oficial. Según la copia a la que accedió LA NACION, está compuesta por 14 puntos. Entre ellos contempla una "revisión de las dotaciones de los equipos de trabajo" en toda la actividad, es decir, un recorte de personal; la reducción de los niveles de ausentismo; la "adecuación" de las remuneraciones para quienes prestan tareas periféricas a la actividad petrolera; la "readecuación del sistema de pago" de las horas extras; la redefinición del esquema de compensaciones respecto del pago de viandas (el texto sostiene que "hay un abuso en el uso de estos conceptos para aumentar el salario de bolsillo"); la posibilidad de otorgar vacaciones fuera de los períodos habituales; el no pago de los días de huelga; la definición de un "esquema de contención social para el posible personal excedente"; suspensiones programadas, y la apertura de "un programa de retiros voluntarios (sin reemplazo)".