La devaluación del real y su impacto en Argentina

La crisis del principal socio comercial argentino impacta con fuerza en sectores exportadores brasildependientes, como el automotriz.

La devaluación del real y su impacto en Argentina
13deMarzode2015a las16:17

La desaceleración económica del principal socio comercial de la Argentina, sumada a la depreciación del real - que acumula casi un 15% en lo que va del año- preocupa tanto a empresarios como al gobierno de Cristina Kirchner.

A continuación, especialistas consultados por El Cronista analizan la dimensión de la crisis brasileña y su impacto en la economía local.

Tensión política

En octubre pasado, una enérgica Rousseff conseguía la reelección presidencial por sobre el candidato del mercado, Aécio Neves, y prometía sacudir del letargo a la séptima economía más grande del mundo. El pleno empleo y la promesa de continuidad de los programas sociales le bastaba para lograr el apoyo del electorado. Y también el de los inversores, que todavía depositaban en Brasil sus esperanzas y sus dólares. Apenas cinco meses más tarde, la líder del Partido de los Trabajadores (PT) enfrenta una crisis con ribetes tanto económicos como políticos. ¿Qué pasó en Brasil? Para Dante Sica, director de la consultora abeceb.com, la economía del país vecino arrastraba problemas estructurales desde el año pasado. "Se habían desenfocado la política fiscal y la monetaria. Era claro que, independientemente del resultado electoral, el candidato ganador tenía que alinear la política económica si quería volver a crecer", sostiene el ex secretario de Industria y Minería de la Nación.

Precisamente, la primera señal que dio Rousseff fue designar un equipo económico más afín a las perspectivas del mercado, para recuperar la confianza y seducir a los inversores. Así llegó el momento del actual ministro de Hacienda, Joaquim Levy, un prestigioso pero resistido economista ortodoxo, que se ganó el apodo de “manos de tijera” por su inclinación al ajuste fiscal. "La confianza que había despertado Levy se diluyó por dos cuestiones, una relacionada con el contexto internacional y otra con el frente interno. Por un lado, la devaluación del real está atada al fortalecimiento del dólar. Y por otro, tiene un frente interno complejo, perjudicado por las denuncias de corrupción de Petrobrás", distingue el analista. Y agrega: "Esto último es lo que genera mayor volatilidad e incertidumbre en un proceso de ajuste que no está demasiado aceptado por algunos actores económicos y que hasta es resistido por los propios aliados de Dilma". Esta semana, la mandataria habló por cadena nacional y pidió "paciencia y comprensión" frente a las medidas de ajuste. La sociedad respondió con cacerolazos y manifestaciones en al menos 12 capitales regionales. "El problema de Brasil no es tanto económico, sino que es más bien político", dispara Sica. Una clara señal en esa línea: la semana pasada el Congreso rechazó un paquete de medidas de austeridad -como un aumento en el impuesto a la renta-, en gran parte, porque algunos legisladores no le perdonan a Rousseff haber sido salpicados por la resonante investigación de corrupción en Petrobras.

Presión real

La combinación de un dólar fortalecido que anticipa la suba de tasas en los Estados Unidos junto a los temblores políticos que registra el mercado, hundió la moneda brasileña. El real ya acumula una caída del 15% en lo que va del año y la pregunta del millón es cuál será el piso. Mientras que desde San Pablo los analistas financieros estiman que la devaluación podría continuar hasta acomodarse en un valor cercano a 3,20 unidades por dólar, por estas latitudes los expertos consultados por 3Días advierten sobre el impacto de la depreciación en la economía local.

"La devaluación del real acumula un 41% desde julio de 2014 hasta ahora, comparado con un 7% del peso argentino entre esas mismas fechas", aporta Orlando Ferreres, director de OJF & Asociados. Y continúa: "Si a esto se le agrega una inflación en Brasil del 7% anual contra una del 31% anual en la Argentina, el escenario pone en una situación difícil a las exportaciones de nuestro país".

Así las cosas, se profundiza la pérdida de competitividad frente al país vecino: según un informe del estudio Broda, el tipo de cambio real bilateral alcanzó su nivel más bajo en 15 años.

"El Gobierno argentino ha perdido un pilar básico del modelo, que era el tipo de cambio real alto, el cual se ha abandonado con miras a forzar una caída de la inflación, manteniendo la causa básica, que sigue siendo el déficit fiscal de 5,7% del PIB previsto para este año 2015", opina Ferreres.