"Nadie puede decir dónde termina la caída del euro"
Para el economista argentino, Guillermo Calvo, la baja de la moneda es inédita y genera una ola proteccionista en EE.UU.
No se podrá salir rápido del cepo, sostiene
Guillermo Calvo es el economista argentino más citado entre sus pares de todo el mundo, según el ranking Repec de Ideas, y quien ganó fama mundial en los 90 por haber pronosticado, cuando pocos la advertían, la que después pasaría a la historia como la crisis del tequila. En los últimos días pasó por Buenos Aires para tomar parte de la Conferencia Internacional sobre Mercados Emergentes, que organizaron la Universidad Torcuato Di Tella y el Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros. En ese marco lo entrevistó LA NACION.
-Usted ha visto muchos cambios de este tipo. ¿Se anima a pronosticar hasta dónde llega la caída del euro?
-No. Y creo que nadie hoy puede decir con algún grado de certeza dónde termina, pero creo que va a ser importante. El tema es que se trata de una situación inédita y no hay modelos econométricos que faciliten la predictibilidad en este caso.
-¿Por qué?
-Porque estamos ante bancos centrales que, ante la magnitud de la crisis que enfrentan, ya se han visto obligados a resignar una de sus herramientas básicas. Pasó antes con la Fed [la Reserva Federal de Estados Unidos] y ahora con el BCE [Banco Central Europeo]. Y como no pueden ajustar vía tasa, la corrección se produce por la valuación de sus monedas. Pasó en su momento con el dólar y ahora con el euro, más violentamente.
-Más violentamente...
-Debo admitir que me sorprendía el nivel que mantenía el euro a pesar de lo mal que le iba a Europa, y parte de esa caída tiene que ver con eso. Creo que aguantó porque había países como Suiza que lo estaban comprando para que no se devaluara. Pero apenas el BCE lanzó su plan de inyección monetaria y Suiza dijo que no compraría más euros para sus reservas, eso arrastró a que otros bancos centrales hicieran lo mismo, lo que precipitó la corrección. No hay que perder de vista que esto se da en paralelo con el final del programa de expansión en Estados Unidos, a lo que se suma la expectativa de suba de tasas allí, que fortalecería más al dólar.