Alivio para el Gobierno tras el crucial giro de Griesa con el Citi
triunfo para el Citibank y un alivio importante para el Gobierno. Eso representa la decisión del juez neoyorquino Thomas Griesa de dar marcha atrás.
"Es un alivio para el Citi, porque puede avanzar con su decisión de salirse de un negocio marginal como es el de la custodia de la deuda argentina".
Un triunfo para el Citibank y un alivio importante para el Gobierno. Eso representa la decisión del juez neoyorquino Thomas Griesa de dar marcha atrás y autorizar al banco norteamericano a pagar a los bonistas con títulos de deuda reestructurada bajo legislación argentina. Así, podrá "patear" por lo menos hasta septiembre la negociación de la deuda en default, según opinaron los analistas y especialistas consultados por LA NACION.
Sin embargo, también advirtieron que la decisión de Griesa no cambia demasiado el tema de fondo y que ya resulta claro que para encontrar una solución a la disputa de la Argentina con los holdouts habrá que esperar el próximo gobierno.
Si bien hasta anoche no se conocían los alcances y detalles de la autorización de Griesa, según el comunicado que dio a conocer anteayer el propio Citibank, podrá procesar el pago del vencimiento de deuda del 31 de marzo y, "bajo ciertas condiciones", también el del 30 de junio. Además, la entidad dijo que Griesa no impedirá que su filial local "ejecute su salida del negocio de custodia de títulos en Argentina" respetando las "leyes y regulaciones vigentes".
Ambos puntos -la autorización para hacer los pagos de marzo y junio y la luz verde para avanzar con la venta del contrato de custodia de los bonos argentinos- eran los que reclamaba el Citibank para evitar lo que definían como "un conflicto de leyes internacionales sin precedente" en el que habían quedado atrapados tras la decisión de Griesa de prohibirle el giro de fondos y la amenaza del gobierno argentino de quitarle la licencia para operar localmente. Como una manera de presionar indirectamente a Griesa, el viernes la Comisión Nacional de Valores (CNV) había designado a su vicepresidente, David Jacoby, como veedor.
"Es un alivio para el Citi, porque puede avanzar con su decisión de salirse de un negocio marginal como es el de la custodia de la deuda argentina y, a la vez, se saca de encima la amenaza de perder la licencia para operar en el país", explicó el abogado especialista en temas de deuda Lucas Piaggio.