El paro nacional del transporte y las CGT será el 9 de junio
La estratégica e influyente alianza de 22 gremios del transporte definió que el 9 de junio será el paro nacional que activará en tándem con las vertientes opositoras de la CGT y la CTA.
Moyano podría plantear otra fecha
La estratégica e influyente alianza de 22 gremios del transporte definió que el 9 de junio será el paro nacional que activará en tándem con las vertientes opositoras de la CGT y la CTA. Así lo anunció ayer el portuario Juan Carlos Schmid, referente de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte y hombre de peso en la central moyanista.
Sin embargo, allegados a Hugo Moyano desmintieron ayer a LA NACIÓN que la fecha ya haya sido consensuada y advirtieron sobre una incómoda puja de intereses y protagonismos por el tema del calendario. Pablo Moyano, hijo del jefe camionero, había sugerido el viernes pasado hacer el paro entre el 10 y el 12.
Inicialmente, los transportistas habían anunciado el paro para los primeros días del mes próximo. Pero el fin de semana hubo cambios a pedido de Moyano porque la militancia camionera tenía previsto de antemano un acto en respaldo a su jefe para el 4 de junio en el estadio de Deportivo Español. La movilización será una suerte de operativo clamor, ya que la intención es escenificar con miles de personas el apoyo a su secretario general, quien, con seis reelecciones a cuestas, evalúa dejar el sillón de mando.
La gestación de la huelga es idéntica a la de la última, el 31 de marzo pasado: los transportistas lanzaron una medida sectorial y abrieron una puerta para las adhesiones. Por entonces, se sumaron casi de inmediato las CGT y la CTA opositoras; los bancarios, que no están agrupados activamente en ninguna central, y la izquierda. Pero también se había conseguido el apoyo de sectores del sindicalismo oficialista. Para esta ocasión también se negocia el respaldo de gremios que están enrolados en la CGT oficialista, que encabeza Antonio Caló. Ya hubo un guiño a favor de los petroleros privados y de los pilotos aeronáuticos.
El rosario de reclamos que guías la protesta es idéntico al de marzo, aunque con un agravante: los gremios rechazan límites a los porcentajes de las negociaciones salariales, como impuso el Gobierno en un presunto acuerdo con sectores empresarios. Además de exigir paritarias "libres", los huelguistas piden una suba para los jubilados, elevar el salario mínimo de $ 4716 a 8600 y la eliminación del impuesto a las ganancias.
Si bien el debate por la fecha del paro está aún latente, las vertientes opositoras de las CGT, encabezadas por Moyano y Luis Barrionuevo, ya aceptaron unificar sus reclamos y avanzar en la organización de una misma jornada de huelga. Sólo restaría definir la duración. Barrionuevo planteará que sea de 36 horas con una movilización a la Plaza de Mayo. La misma postura presentará el ceteísta Pablo Micheli. Se resolverá en un plenario que estaría previsto para la semana próxima.