Duda de los candidatos: cómo salir sin devaluar
Sus economistas plantean la necesidad de corregir el atraso cambiario y atraer inversión. Cómo revertir la crisis del sector fabril sin devaluar.
Frigerio, Bein, Diego Coatz (UIA), González Fraga y Marco Lavagna, ayer, durante el panel. Foto: Aníbal Greco.
Para algunos industriales es resolver la cuadratura del círculo: cómo revertir la crisis del sector fabril, que acumula 21 meses consecutivos de caída y un retraso cambiario que les resulta escandaloso, sin devaluar. Pero ése fue el equilibrio que, realista o no, intentaron hacer ayer cuatro economistas de los candidatos presidenciales en la Unión Industrial Argentina (UIA).
La puesta en escena fue sugestiva. Porque la invitación a Miguel Bein (asesor de Daniel Scioli), Rogelio Frigerio (Mauricio Macri), Marco Lavagna (Sergio Massa) y Javier González Fraga (UCR/UNEN) no suscitó la abrumadora afluencia de directivos que habría significado, por ejemplo, una conferencia de Axel Kicillof. Cuestiones de tacto político en la UIA: al parecer, el Gobierno está lejos de ser considerado allí un pato rengo que obliga a situarse más allá de octubre.
Al igual que lo que pasa últimamente con el sector de la energía, los economistas mostraron coincidencias en el diagnóstico: es vital recuperar la inversión y el financiamiento, bajar la inflación, sincerar tarifas y corregir el atraso cambiario. Todo, sin que se corroan los salarios.
Bein, por ejemplo, arrancó con un análisis sobre una reversión de dogmas que, hasta hace unos años, eran intocables. "No existe más la agenda de darle crédito a la gente en lugar de salario. Eso empezó con Reagan y fracasó, porque generó una crisis con sobregiro de financiamiento. La agenda es ahora de inversión en calidad para generar salario y bajar la restricción externa", dijo.
A ese trastocamiento contribuyó aquí, dijo, la situación internacional. "Antes, esos ciclos iniciados por consumo duraban tres años; esta vez fueron diez años porque tuvimos no sólo duplicación de los precios internacionales, sino duplicación de cantidades en sectores como el agro y la minería. Esto hizo que los salarios se apreciaran en dólares 45 por ciento."
Entonces se adentró en el deterioro de estos años. "Se pasó de tener superávit de la balanza de pagos a un déficit de 12.000 millones de dólares. La balanza de combustibles es entre 4000 y 5000 millones de dólares negativa. La Argentina se expandió mucho por consumo y la inversión no acompañó. Lo que no se puede decir es que el desendeudamiento fue mentira porque quebraron al Banco Central: si lo quebraron, es porque fue verdad. Y tampoco lo quebraron, en realidad: el Central hizo un esfuerzo enorme para pagar los vencimientos de capital. Si queremos pasar de nuestros 12.000 dólares per cápita a los 24.000 de Corea tenemos que subir la tasa de inversión de 7 a 15 puntos del PBI. Y no hace falta empezar por el lado del consumo: para crecer hace falta producir y para producir faltan divisas."