El real brasileño opera en mínimos de 12 años
El dólar se apreció un 1,55% hasta los 3,3470 reales en tierras brasileñas, después de que la administración de Dilma Rousseff anunciara un súbito recorte en las metas fiscales.
El billete paralelo cedió $0.60 en tres ruedas.
La ANSES tomó la posta dentro del mercado de bonos, detonando posiciones en dólares para aplacar al tipo de cambio implícito. La intervención se centró una vez más en el Bonar X (-2,21%), el Bonar 2024 (-1,91%) y, en menor medida, el Boden 2015 (-1,25%). De esta manera, el contado con liquidación para fugar capitales acusó una corrección de 20 centavos, a $ 13,34, mientras que el denominado dólar "MEP" lo hizo en 24 centavos, a $ 12,89.
En el mercado de cambios, la mesa de dinero oficial redimió las pérdidas de la rueda anterior, con la adquisición de u$s 30 millones. Las reservas internacionales permanecieron así en un máximo desde octubre de 2013, mediante un ligero aumento de u$s 9 millones hasta los u$s 33.924 millones.
Por el lado de la oferta de divisas, las cerealeras aún ingresan unos u$s 150 millones diarios en la franja mayorista, un volumen que se irá disminuyendo a partir de agosto. Mientras tanto, la soja extendió su recorrido descendente en el mercado de Chicago: la tonelada padeció una retracción del 1,86% hasta los u$s 364,23, acarreando una merma del 5% en las últimas dos semanas.
En tanto, el billete norteamericano cotizó con un mínimo incremento de dos milésimas hasta los $ 9,17, ignorando el derrape del real brasileño. La empinada devaluación de nuestro principal socio comercial agravó el atraso de la moneda argentina, un proceso ruin para la competitividad de las exportaciones, especialmente en las economías regionales.
El dólar se apreció un 1,55% hasta los 3,3470 reales en tierras brasileñas, después de que la administración de Dilma Rousseff anunciara un súbito recorte en las metas fiscales. Es su cota más elevada desde el 1 de abril de 2003. A su vez, el cimbronazo no sólo se sintió en la Bolsa de San Pablo (-1,13%), sino que también en el riesgo-país carioca: el termómetro que releva el JP Morgan marcó un repunte del 2,62% hasta los 353 puntos básicos, un techo desde la crisis financiera de 2009.
En el mercado bursátil argentino, el panel Merval sufrió un severo declive del 6,20% hasta las 10.904,07 unidades. El único consuelo para los operadores fue que el volumen no acompañó al sell off, con apenas unos $ 170 millones negociados en la jornada.
La ola vendedora no discriminó ningún segmento del índice líder, puesto que la peor parte se la llevaron los títulos de Aluar (-8,45%), Grupo Financiero Galicia (-7,77%), Edenor (-7,14%), Pampa Energía (-6,82%) y Banco Macro (-6,82%). Los ADR no se alejaron de la tendencia en Wall Street: las entidades bancarias perdieron hasta un 5,06%, al tiempo que los papeles energéticos lo hicieron hasta un 4,13%.
Por su parte, la renta variable operó con una fuerte baja en Nueva York. El selectivo S&P 500 registró en ese sentido un rojo del 1,07%, mientras que el Dow Jones soportó un repliegue del 0,92%.
Tras dos inviernos consecutivos que helaron la primera economía del mundo, el segundo trimestre era el momento indicado para florecer. Pero los balances empresariales dejaron mucho que desear, con gigantes como Apple, Microsoft, IBM, Caterpillar, Coca-Cola, Verizon o American Express por debajo de las expectativas de los inversores. ¿Teléfono para la Fed?