Industria de la carne: ¿Cómo recuperar competitividad?
La industria necesita una devaluación del 30 por ciento para recuperar competitividad. Sin embargo, esa actualización tendría que ser en término netos, sin afectar los costos.
|La devaluación debe ser del 30 por ciento en términos netos.
A medida que cae el valor FOB de la carne, la cotización de los subproductos y que el tipo de cambio neto para la carne vacuna se sigue atrasando, con respecto a la inflación y con respecto a los costos de la industria frigorífica (salarios, energía, fletes), cada vez es mayor la distancia que nos separa del mercado internacional.
Si el valor de la materia prima, o sea del novillo, es hoy entre nuestros competidores, en promedio, del orden de los 2,90 a 3,50 dólares por kilo en gancho, y en nuestro país es de 4,10 dólares por kilo, sería necesaria una devaluación de al menos 25 a 30 por ciento para recuperar la competitividad perdida con respecto a Brasil, Uruguay o Paraguay.
El problema es que la devaluación debe ser del 30 por ciento en términos netos, o sea que el tipo de cambio suba en esa magnitud y no suban nada en las semanas o meses posteriores, ni la hacienda, ni los salarios, ni la energía, ni los gastos generales.
Una quimera
Pero no es creíble proyectar, por ejemplo, que después de una devaluación del 30 por ciento, el precio de la hacienda o el valor de los salarios se mantengan iguales.
Entre fines de 2013 y enero de 2014, la devaluación acumulada fue de 35 por ciento, mientras que el precio del novillo subió 45 por ciento, suba motorizada por la resistencia del consumo a ceder terreno (a generar saldos exportables), a la valorización de los subproductos, y a la presión compradora de los mismos exportadores, que salieron a adquirir novillos que ya no están más.