Marcha atrás del Gobierno con la acusación a la siembra directa
El Gobierno dio un giro discursivo con sus acusaciones de que la siembra directa era una de las causantes de las inundaciones que azotaron Buenos Aires y Santa Fe.
Para descomprimir la tensión con el agro, Fernández aclaró su posición ante los directivos de Aapresid.
El Gobierno dio un giro discursivo con sus acusaciones de que la siembra directa era una de las causantes de las inundaciones que azotaron Buenos Aires y Santa Fe. Fue el viernes por la noche, cuando el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, acompañado por el secretario de Agricultura, Gabriel Delgado, recibió en su despacho a los dirigentes de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), encabezados por su presidenta, María Beatriz Pilu Giraudo.
En la reunión, que duró una hora, el jefe de Gabinete les dijo a Pilu Giraudo; a Pedro Vigneau e Ignacio Garciarena, vicepresidente y secretario de Aapresid, respectivamente, que era un "acérrimo defensor del sistema de siembra directa" y atribuyó la controversia a una "malinterpretación de sus declaraciones", según pudo reconstruir LA NACION.
Fernández había dicho el miércoles último que las inundaciones, además de por el exceso de lluvias y la sudestada, se agravaron porque el agua no drenaba e iba a los ríos por efecto de la siembra directa. Un argumento similar repitió el intendente de San Antonio de Areco, Francisco Durañona (FPV), y el vocero del gobernador Daniel Scioli, Juan Courel. Otra vez el Gobierno ponía al campo en el banquillo de los acusados.