Leche, fruta, pollos: sectores que vivieron un año para el olvido

El resultado de un contexto de altos costos internos, fuertes impuestos, dólar apreciado y devaluación en países vecinos.

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Consecuencias de las medidas adoptadas por el Gobierno.

Consecuencias de las medidas adoptadas por el Gobierno.

19deOctubrede2015a las08:31

La película del sector agropecuario está en un momento de tensión. Y la fotografía que exhiben los productores de leche, frutas o pollos confirma que el campo vive las consecuencias de "12 años de políticas equivocadas". Así lo expresaron el miércoles pasado, en el Obelisco, tres de las cuatro entidades que componen la Mesa de Enlace, y poco antes también lo hicieron en el encuentro "Economías regionales. De la crisis a la oportunidad", organizado por la nacion junto con la Fundación Banco Ciudad, cuatro hombres que viven las vicisitudes del campo.

José Quintana es director y fundador de la consultora Economía Láctea y conoce el pulso del sector y las consecuencias de las medidas adoptadas por el Gobierno en los últimos años. En el panel moderado por José Del Rio, adscripto a la Secretaría General de Redacción, sostuvo que hay unos 10.000 productores lácteos en actividad, mientras que otros 8000 la abandonaron en los últimos 15 años. Aunque no sufrieron retenciones, cuando el precio de la leche en polvo alcanzaba valores récord en el exterior, se impuso un precio de corte para la destinada a otros mercados. En ese entonces, recordó el analista, "hubo empresas que no salieron a pagar los precios ni llenar sus fábricas, porque quedaron disciplinadas y quisieron quedarse quietas, no romper el mercado y no tentar una nueva intervención". A las situaciones coyunturales de cada mercado se agregaron los antojos de los funcionarios de turno.

Pasado el boom de precios, el Estado tuvo que ir a socorrer con subsidios. A juicio del analista, los aportes del Estado funcionaron en su momento, si bien con ciertas demoras en la acreditación de las sumas. Hoy, los subsidios volvieron a aparecer tras la decisión de los industriales de bajar el precio de la leche que pagan a los productores, argumentando una baja en los valores internacionales. El Estado salió a calmar las aguas y a colocar los $ 0,30 por litro que dejaron de percibir los productores de menos de 3000 litros, que representan 40% del sector.

Pero no ocurrió igual con aquellos que producen hasta 6000 litros. Después de muchas idas y vueltas, se decidió incorporarlos, pero sólo en lo referente a los primeros 3000 litros. Todos estos sucesos definen la postura de Quintana respecto del Estado y la política sectorial: "Mejor que no se metan con las commodities".

Las imágenes de la leche derramada a la vera de los caminos aún permanecen en la retina de muchos. Para Quintana, la producción láctea no varió en los últimos 15 años. Sólo 20% de la producción local se destina al exterior, mientras que el otro 80% va a parar al mercado interno. "A veces se piensa que la exportación vale tanto y no es así -advirtió el consultor-. En la medida en que el mercado interno permite pagar mejores precios, el mix va cambiando. Los precios tienden a la convergencia".

Tormenta perfecta

En el caso del sector frutícola, Marcelo Loyarte, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), sostuvo que el abandono del Estado y la sobreoferta de jugo de fruta en el mercado internacional generaron "la tormenta perfecta". Los problemas de competitividad, la devaluación de los mercados de destino y las trabas puestas por Brasil hicieron que fuera un "año para el olvido". De hecho, la última cosecha se pudrió en los árboles ya que era más costoso bajar la fruta y llevarla a procesamiento. Resultados a la vista: productores estancados, puestos de trabajo perdidos y dos semanas de cortes en las rutas de Río Negro en medio de la campaña electoral por la gobernación provincial.

Loyarte insistió en que la fruticultura nació y continúa siendo una actividad eminentemente exportadora y, por lo tanto, en las condiciones actuales, vive condicionada por los factores de competitividad. "El sector factura US$ 1000 millones en venta de frutas en fresco y en jugo. El 70% de los ingresos viene de la exportación. El debilitamiento de la situación económica nos aqueja, tanto que hay una carga fiscal que no permitió hacer un movimiento contracíclico en la temporada. Antes discutíamos la distribución de renta; ahora ya no hay tal cosa", analizó.