Cómo piensa Ricardo Buryaile: la espada de la agroindustria de Macri

Vino a estudiar a Buenos Aires durante el secundario, le tocó la colimba, y luego se quedó en la facultad de donde egresó como contador público nacional.

Contó su fórmula para bajar los precios de la carne y para reactivar el campo.

Contó su fórmula para bajar los precios de la carne y para reactivar el campo.

28deDiciembrede2015a las08:45

El mate lo ceba él. Deja la mitad de la yerba seca y así suele comenzar una reunión. Ricardo Buryaile, flamante ministro de Agroindustria, tiene al campo en su ADN. Su padre fue productor ganadero en Formosa y su abuelo también.

Vino a estudiar a Buenos Aires durante el secundario, le tocó la colimba, y luego se quedó en la facultad de donde egresó como contador público nacional. Cuando terminó su carrera regresó a Formosa, se casó y empezó el camino de la dirigencia rural. Para ello tenía el legado de su padre, que siempre recorría las por entonces rutas de tierra y era un apasionado de la agenda ganadera cuando eso implicaba viajes eternos y discusiones de pueblo en pueblo.

"En todas las comisiones directivas hay 20 personas y trabajan cuatro. Yo era uno de ellos y eso me traía bastantes problemas con mi mujer", se sincera el flamante ministro de Agroindustria de Macri, quien coincide con el presidente en su fanatismo por Boca Juniors. "Me enganchaba con los temas y después no los dejaba hasta resolverlos", plantea quien fue ganando posiciones desde la Sociedad Rural de Formosa, más tarde en la Confederación regional de Chaco y Formosa, hasta llegar a la presidencia de Confederaciones Rurales Argentinas, para luego ser diputado por el radicalismo adonde pensaba que iba a jugar durante los próximos años.

"El día D nadie me había llamado. A las dos de la tarde sonó el teléfono de un asesor mío y era una de las secretarias de Mauricio. Me pasaron la comunicación y me dijeron: «Le va a hablar el ingeniero». Sin embargo, pasaban los minutos y nada", recuerda. El tiempo corría y tuvo que esperar otra comunicación. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, iba a anunciar a las 17 el gabinete en pleno y fue recién a las 16.45 cuando se produjo la comunicación en la que no dudó en aceptar ante la propuesta del Presidente. "La verdad es que fue bastante fácil congeniar desde el primer día porque veníamos trabajando en la Fundación Pensar y estábamos convencidos juntos de cuál sería el camino", revela.