Granos: el Gobierno deberá lidiar con bajos precios

En el curso del año anterior, los mercados de commodities interrumpieron su derrotero alcista, un fenómeno que ya se venía observando con alguna irregularidad en el transcurso de 2014. El grupo de materias primas más afectadas por esta tendencia negativa fue encabezado por los futuros de energía.

Las nuevas autoridades nacionales deberán lidiar entonces con precios internacionales a la baja.

Las nuevas autoridades nacionales deberán lidiar entonces con precios internacionales a la baja.

08deEnerode2016a las14:15

Entre los granos, la mayor pérdida anual correspondió a la avena que cotiza en el mercado de Chicago, que acumuló una diferencia negativa del 31%, seguida por el trigo (- 21%), la harina de soja (-18%), el maíz (-16%), el poroto de soja (-13%) y el aceite de soja (-8%). La canola fue el único producto agrícola que culminó el año con signo positivo, registrando una mejora del 11% en el curso de 2015.

Evidentemente, hubo en el curso del año anterior un marcado cambio de humor en las plazas de materias primas, influenciadas principalmente por la renovada fortaleza del dólar en los mercados internacionales, la suba en las tasas de interés que podrían mejorar aún más en el curso del corriente año-, y la migración de capitales de las economías emergentes a otros destinos más conservadores.

¿Y en el 2016?

En el comienzo del nuevo año, la fuerte caída del 7% en la bolsa china volvió a generar temores sobre la marcha de los mercados emergentes, además de dudas sobre la posibilidad que estas naciones puedan generar una renovada demanda de materias primas.

En este sentido, la actividad importadora de soja por parte de China resulta en estos días prácticamente inexistente. Se comenta en Chicago que esta nación ha cubierto ya sus necesidades con suficiente mercadería norteamericana, al menos hasta principios del mes próximo.

Las nuevas autoridades nacionales deberán lidiar entonces con precios internacionales de las principales materias primas exportables, en un contexto totalmente diferente al que el mundo transitaba algunos años atrás, cuando el público inversor se desprendía rápidamente de la divisa norteamericana para concurrir a las plazas de materias primas, estimuladas por la fuerte corriente de demanda china y las tasas de interés negativas.