Suplementación: el grano de trigo dejó de ser un riesgo en la dieta
La acidosis generada por altas cantidades de trigo en la ración se puede evitar si se cumple una etapa de acostumbramiento.
|
La ración se balanceará según la proteína.
En la Argentina, como en otros países, la suplementación energética es sinónimo del empleo de grano de maíz. Sin embargo, en muchas oportunidades existen otros granos como el de trigo que por motivos de precio, factores comerciales, calidad proteica, problemas en panificación como el nivel de gluten o peso hectolítrico por el tamaño del grano, no se pueden comercializar en forma adecuada.
El análisis económico de este tipo de planteo productivo estará sujeto al precio del mercado de trigo que, por un motivo u otro, no recibe el precio lleno. Por todo ello, es casi imposible establecer un precio de referencia para este tipo de grano. De algo estamos seguros, que con ganancias de peso por arriba de 1 kg diario, el resultado económico casi siempre será beneficioso al productor ganadero que lo vaya a utilizar.
Si bien hay motivos suficientes para utilizar el trigo o, al menos, evaluar su empleo como un posible suplemento energético, existen muchos temores de tener problemas de empacho o acidosis con los riesgos de mortandad. Estos peligros son confirmados por muchos estudios que no aconsejan el empleo de dicho grano, especialmente en altos niveles (a voluntad) con bovinos de carne o leche porque sus almidones tienen alta degradación o digestión ruminal. Esto provoca un rápido descenso de la acidez ruminal (acidosis o empacho) con peligro de muerte súbita. Sin embargo, si se realiza un adecuado período de acostumbramiento, de 15 días como mínimo, previo al suministro de este grano "a voluntad", se puede lograr una adaptación de las bacterias amilolíticas del rumen y, de esa forma, evitar el rápido descenso del pH o acidez ruminal reduciendo o eliminando los peligros de mortandad recién enunciados.
El ensayo
Se diseñó un trabajo experimental buscando evaluar la respuesta productiva y el resultado económico al empleo de grano de trigo entero en altas proporciones junto con una fuente proteica complementaria y una fuente de fibra sin procesar, a voluntad. En este experimento se usó el expeller o torta de girasol y rollo o heno de rastrojo de soja, respectivamente.