Fin del mito: qué compran los países que importan carne argentina

En el último año, los principales destinos fueron China, la Unión Europea, Chile, Israel, Rusia, Brasil y Marruecos aunque no pidieron lo mismo ni pagaron el mismo precio. Cuáles son los productos que se envían a cada destino.

Argentina podría recuperar las exportaciones no sólo sin afectar el mercado interno sino, además, aumentando la oferta interna de los cortes más consumidos.

Argentina podría recuperar las exportaciones no sólo sin afectar el mercado interno sino, además, aumentando la oferta interna de los cortes más consumidos.

09deAgostode2017a las16:27

Los principales ocho destinos para la carne vacuna argentina, tomando las ventas del último año, fueron China, UE (ingresando por los puertos de los Países Bajos y Alemania), Chile, Israel, Rusia, Brasil y Marruecos, una rareza en el mapa de las exportaciones. Todos “llevan” cortes y productos distintos, de categorías vacunas disímiles y para usos diferenciados. “Es la ventaja de vender cortes y no animales enteros”, aseguran los exportadores.

Es una gran ventaja que diferencia a la cadena de carne de otras industrias exportadoras, como la automotriz, “emparentada” a la frigorífica por generación de mano de obra y sistema de trabajo. De hecho, se asegura que cuando Henry Ford ideó su famoso sistema de “producción en línea”, se inspiró en la industria frigorífica, pero usándola en sentido inverso. Es decir, mientras que en los frigoríficos se parte de una sola pieza que es despostada en pequeños productos o cortes, en la industria automotriz el proceso se inicia en pequeñas partes que terminan ensamblándose en un solo producto. 

Con respecto a las exportaciones de carne vacuna, las ventas del último año dan por tierra con el supuesto de que la exportación compite con el mercado interno. “Europa se lleva los cortes de alta calidad, Israel y Chile el cuarto delantero, China el garrón y el brazuelo, Rusia el trimming y Brasil la picaña”, aseguró Ulises Forte, presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), “es decir que los cortes del parrillero, que son los que más nos gustan a los argentinos, prácticamente no se exportan”.

En ese contexto, aplicando “inteligencia de mercado”, la Argentina podría recuperar las exportaciones no sólo sin afectar el mercado interno sino, además, aumentando la oferta interna de los cortes más consumidos. “Entonces, si seguimos creciendo en exportaciones –que hoy se ubican en el 10% del total producido- quiere decir que van a quedar más asados, vacíos, matambres y carnaza para milanesa en el mercado interno, a precios accesibles”, aseguró.

CHINA: LA TIERRA DEL “NEGOCIO NACIENTE”

El  último año, China fue el principal destino en volumen para la carne vacuna argentina, aunque se trata de compras muy distintas a las de Europa occidental ya que los cortes “estrella” del mercado son el garrón y el brazuelo (denominados “Shin” y “Shank”), mayormente de vaca.

Toda la carne vacuna que se exporta hacia China es congelada y sin hueso, al menos hasta que se obtenga la ampliación del protocolo sanitario (aspecto en el que se está trabajando con el objetivo de conseguir la habilitación para carne enfriada, con hueso y termoprocesada).

Entre junio de 2016 y mayo de 2017, la Argentina exportó hacia China 64.676.901 kilogramos de carne vacuna, por un valor total de 266.204.606 dólares.

UNIÓN EUROPEA: FANÁTICOS DEL BIFE

Muy distintas son las compras de los importadores europeos, que abastecen un circuito ABC1 en el que la imagen de la carne vacuna argentina es desde los inicios de la industria frigorífica, una marca indiscutida de calidad. 

La mayoría de las exportaciones ingresan a través de los puertos de los Países Bajos (donde se registró un alza del consumo de nuestros bifes a partir del fenómeno “Máxima”, según aseguran los industriales) y los de Alemania, sin lugar a dudas los europeos más “fanáticos” de nuestras carnes. 

Hacia esos puertos se despachan cortes de alto valor, refrigerados, mayormente de novillos de primera calidad. Desde allí, los distribuidores europeos “desparraman” el bife argentino por el viejo continente. 

Además, nuestro país posee dos cuotas especiales para el ingreso de carne de alto valor con aranceles diferenciados. La “Hilton”, para carne a pasto (29. 500 mil toneladas anuales, con arancel del 20%, otorgadas a la Argentina), y la “481” (48.200 toneladas en total, para todos los países proveedores, con arancel “0”), para carne terminada a corral. 

La ampliación de la Hilton, obtenida hace algunos, y el ingreso a la “481” se debieron a los trabajos de estudios jurídicos que financió el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA)

Aunque actualmente la UE fue desplazada por China en cuanto al volumen de demanda de carne argentina, los mejores precios para nuestros bifes se siguen registrando en el antiguo continente.