Presión tributaria: la agroindustria está más cerca de una baja gradual

La agroindustria local está expectante de una posible reducción de la carga fiscal para ganar competitividad.

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Las expectativas son muchas, pero la realidad muestra que una modificación profunda es complicada en el actual escenario.

Las expectativas son muchas, pero la realidad muestra que una modificación profunda es complicada en el actual escenario.

22deSeptiembrede2017a las09:12

Después del clima, uno de los factores que más inquieta al campo y su agroindustria, (igual que al resto de los ciudadanos, se podría asegurar) es la muy alta presión fiscal que sigue registrando el país. Ante esto, algunas versiones oficiales, y otras oficiosas, hablan de un cambio importante en la política tributaria inmediatamente después de las elecciones de octubre.

Sin embargo, esto no ocurriría, entre otras cuestiones, porque se necesita una ley del Congreso para lograrlo, y esta dependerá tanto de la futura composición de las Cámaras, como también de la actitud de las provincias al respecto.

Estudios recientes, como el contenido en la propuesta global que la Fundación Producir Conservando (FPC) le entregó al Ministro Nicolás Dujovne, elaborada por un equipo que encabezó el economista Juan Llach, muestra que en Argentina, los impuestos "distorsivos" como Ingresos Brutos, retenciones, o el de Créditos y Débitos bancarios, aún ascienden a 30%, mientras que los "progresivos", como Ganancias, o Ingreso de las Personas, que en los países más desarrollados llegan a 38%, localmente apenas alcanzan el 17%.

El caso es que en términos globales Argentina presenta una presión impositiva global superior a 36% (similar al promedio de los países desarrollados) con predominio de gravámenes regresivos, versus un 26% que hay en los emergentes. A su vez, de tal porcentaje, se calcula que 4% corresponde al Impuesto inflacionario.

La inequidad fiscal se completa con un alarmante 40% de evasión, que incluye más de 20% sobre el IVA, mientras que en los países avanzados la irregularidad se ubica por debajo de 18%.

Así las cosas, el Ejecutivo Nacional casi está obligado de ir adoptando correcciones adelantadas a la decisión del Legislativo debido, tanto a la necesidad de seguir bajando los niveles de desempleo (para lo cual es imprescindible disminuir las cargas laborales), como mejorar las performance de las exportaciones que este año , proyectadas, estarían por marcar un déficit récord superior a los U$S 8.000 millones debido, entre otras causas, a la pérdida de competitividad que siguen registrando las exportaciones y al aumento de las importaciones.