Proponen la incorporación de cultivos de cobertura en los esquemas productivos

La adopción de la siembra directa contribuyó a detener la pérdida de suelo. Ahora, el desafío es saber cuánta agua de lluvia, que se escurre y no se infiltra, erosiona la fertilidad del campo.

Predecir la erosión para proteger la productividad de los suelos.

Predecir la erosión para proteger la productividad de los suelos.

05deOctubrede2017a las17:14

Desde hace más de cuatro décadas, la siembra directa en los campos argentinos contribuye a minimizar procesos de pérdida de suelo. Sin embargo, la prevalencia de monocultivos –como soja, maíz o trigo/soja – hizo que aumente el escurrimiento superficial del agua en un lote, lo que erosiona la fertilidad de los campos. Mediante el uso de un modelo físico, técnicos del INTA pueden estimar cuál será el porcentaje de recurso que se perderá, en un período de tiempo determinado, según el esquema de cultivos que se instalen. Con esta herramienta será posible diseñar esquemas de cultivos sustentables y adaptados a cada ambiente del país.

“La degradación de recursos que tenemos en los sistemas productivos actuales, pone de manifiesto la relevancia de contar con modelos que permitan estimar con precisión qué porcentaje de suelo y de agua se escurren con cada lluvia”, señaló Jorge Gvozdenovich, especialista en manejo y conservación de suelos del INTA Paraná –Entre Ríos–, y agregó: “Con esa información podremos diseñar sistemas productivos más sustentables”.

Mediante la implementación del modelo WEPP (Water Erosion Prediction Project) es posible predecir cuál será el porcentaje de suelo que se perderá, en un período de tiempo determinado, según el esquema de cultivos que se instalen en el lote.

“Si en un campo de maíz caen 50 milímetros, con el uso del modelo puedo saber que en promedio se escurren unos 25 mm y, si a eso le sumamos que la planta absorbe 12 mm por día, solo tendremos agua acumulada para dos días”, graficó Gvozdenovich quien analizó: “El desafío está en ver cómo podemos aprovechar la mayor cantidad de agua posible y reducir el escurrimiento superficial, debido a que la lluvia que no se infiltra arrastra materia orgánica, nutrientes y erosiona la fertilidad de los campos”.