INTA: 61 años apostando al desarrollo de las regiones
El 4 de diciembre INTA festejó sus 61 años de trabajo en pos de aumentar la producción, la productividad y la calidad de vida rural de todo el territorio argentino.
En el INTA trabajan actualmente 7 mil personas.
“#INTAconTODOS” es el hashtag que circuló durante todo el lunes en las redes sociales y que reunió voces de los diferentes actores del sector productivo del país que se sumaron al festejo por los 61 años de vida de la institución.
A través de un video , el INTA resumió en una frase su misión y objetivo: “Nuestro compromiso es el de millones de argentinos: cuidar lo que nos hace únicos y potenciar el desarrollo nacional para que las futuras generaciones vivan con orgullo nuestro legado”.
El festejo oficial tuvo lugar el lunes en la Estación Experimental Amba, en la que participaron cerca de 500 personas, entre ellas el nuevo presidente del INTA y el jefe de gabinete del Ministerio de Agroindustria. Además, la celebración se transmitió vía streaming hacia cada uno de los 440 puntos en donde se encuentra la institución, a lo largo y a lo ancho del país.
“Son momentos oportunos para homenajear a las personas que han cumplido 30, 40 y hasta 45 años de trabajo en el INTA y para realizar balances”, contó Héctor Espina, director nacional del INTA hace dos años y con más de tres décadas de trabajo en la entidad.
“El INTA nació en un momento de cambios, en el que la producción agropecuaria y el producto bruto habían caído y había una proyección de que si para el año 64 seguía así había que importar alimentos”, relató Espina y agregó: “Nació con una presencia territorial de entrada y con la consigna de aumentar la producción, la productividad y también atendiendo efectores sociales de calidad de vida rural”.
“En el año 56 cuando se crea el INTA el rendimiento promedio de maíz era de 15 quintales. A comienzos de la década del 60 comenzó a repuntar el producto bruto agropecuario y en los 70 el INTA fue el que estuvo adelante en la introducción de todos los trigos mexicanos y todo el germoplasma mexicano que fue la base de la revolución verde”, continuó relatando.
El director resaltó que en esa época un hito que provocó un importante salto en los rendimientos, se dio tempranamente con la labranza mínima y luego con la siembra directa. “Muchos ingenieros del INTA comenzaron con algunos ensayos y más tarde fueron creadores y partícipes de Aapresid y otros organismos”.