Se adelantó la volatilidad del mercado climático: claves para salir ganando

El mercado climático Sudamericano se comenzó a sentir en el momento de la siembra. En este contexto surge la pregunta de cómo avanzar con la comercialización.

Las previsiones de que será un año seco inquietan al mercado.

Las previsiones de que será un año seco inquietan al mercado.

07deDiciembrede2017a las15:10

A diferencia de otros ciclos, la volatilidad de los precios del climático Sudamericano se comenzó a sentir en el momento de la siembra. Tanto en Brasil como en Argentina los perfiles con menor humedad a lo normal generaron los primeros obstáculos del ciclo y el mercado respondió con precios sostenidos.

El foco pasó a Sudamérica

En Brasil la siembra comienza en el mes de septiembre, y este año nos encontrábamos con poca humedad en suelo, lo que fue generando que los avances de la siembra de la soja se den con cierto retraso. Este primer factor sostuvo a los precios externos. Durante el mes de noviembre llegaron las lluvias y la humedad se recompuso.

Con esto también comienzan a aparecer incrementos en las estimaciones de producción. Recordemos que para Brasil se proyecta un incremento del 3% de la superficie, aunque con rindes promedios se estima una menor producción al presente ciclo. Aunque si el clima continúa con el nivel de precipitaciones del último mes los rendimientos podrían ser mayores, y esto ya se está traduciendo en un incremento de las proyecciones de producción.

Cuando Brasil dejó de ser un factor alcista las miradas pasaron a nuestro país donde la baja humedad en la capa arable sumado a los pronósticos con pocas precipitaciones comenzaron a generar preocupaciones. Actualmente la siembra de soja cubre el 53,2% del territorio. En algunas regiones se había frenado la siembra, aunque con estas lluvias se espera que retome. Sin embargo, los pronósticos para los próximos 15 días no muestran abundantes precipitaciones con lo cual los operadores siguen alertas. 

Además las probabilidades indican que va a ser un año "La Niña" lo que en nuestro país se  traduce en una menor probabilidad de lluvias entre septiembre y diciembre. Este efecto tiene especial incidencia sobre Santiago del Estero, el norte de Santa Fe, Entre Ríos y parte de la cuenca del Salado, en donde se han obtenido rindes por debajo de lo normal por verse afectada la formación de vainas, que es determinante en el rendimiento final. De acuerdo con datos estadísticos, en el 70% de los años "La Niña" los rendimientos se ubicaron por debajo de la tendencia, particularmente por el efecto de la cantidad de agua.