Disminuyó la participación del estado sobre la renta agrícola

La medición de diciembre de 2017 marca una participación de los impuestos sobre la renta agrícola del 66,2% para el promedio ponderado de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol.

De cada $100 de renta (después de costos) que genera una hectárea agrícola, $66,20 se lo llevan los distintos niveles de gobierno.

De cada $100 de renta (después de costos) que genera una hectárea agrícola, $66,20 se lo llevan los distintos niveles de gobierno.

15deDiciembrede2017a las08:54

FADA publica el indicador de participación del Estado sobre la renta agrícola, con una frecuencia trimestral. La medición de diciembre de 2017 marca una participación de los impuestos sobre la renta agrícola del 66,2% para el promedio ponderado de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol.

Es decir, que de cada $100 de renta (después de costos) que genera una hectárea agrícola, $66,20 se lo llevan los distintos niveles de gobierno. En la medición anterior, correspondiente a septiembre, fue de 71,1%, mientras que hace un año, en diciembre de 2016, fue de 63%.

Indicador de FADA

El indicador es el resultado de una división, entre un numerador, representado por los impuestos, y un denominador, representado por la renta agrícola. Por este motivo, el índice se mueve tanto por las variaciones en la renta agrícola, o por movimientos en los impuestos, como la baja mensual que comenzará a darse en 2018 de los derechos de exportación a la soja, o los efectos de la reforma tributaria.

La renta agrícola es el resultado de restarle al valor de la producción los costos de producir, comercializar y transportar la producción. Así, por ejemplo, si suben los costos, la renta baja y el indicador sube. Y, si bajan los precios, baja el valor de la producción, se reduce la renta y, nuevamente, aumenta el índice FADA.

Esto también está afectado por la persistencia de los derechos de exportación a la soja, que hace que los impuestos sean menos sensibles a las bajas en los precios y la rentabilidad. Mientras que un impuesto como ganancias reacciona mejor a las variaciones de la renta.