Los aromas, colores y sabores que emergen de la tierra

Las hierbas aromáticas buscan ganar su espacio en el mercado. Las pymes se preocupan por marcar la diferencia, apostando a lo natural, a la calidad y a los requisitos de cada paladar.

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Las hierbas aromáticas invaden de sabor y aroma la mesas de los argentinos, al punto tal que ya no se habla de condimentos sino de “productos gourmet”.

Las hierbas aromáticas invaden de sabor y aroma la mesas de los argentinos, al punto tal que ya no se habla de condimentos sino de “productos gourmet”.

10deEnerode2018a las08:08

Las plantas aromáticas han sido cultivadas por el hombre desde tiempos inmemoriales con el fin de mejorar el sabor de las comidas y perfumar el medio ambiente.

Agrofy se sumergió en un mundo de sabores y aromas y entrevistó a Edgardo Wiszniovski, uno de los dueños De La Presilla, y a María Laura Berzins, técnica asesora e integrante de la Cooperativa Aromáticas del Alto Valle. Ambos emprendimientos comparten el entusiasmo por cultivar hierbas aromáticas, apostar a lo natural y a las riquezas de sus regiones.

“Si uno se sube a la línea del tiempo, el primer indicio de utilización de especies aromáticas fue durante la Edad de Fuego cuando el hombre utilizaba ramas de determinadas especies para la cocción de sus alimentos”, según relata la técnica Gimena Cameroni.

En aquella época, los humos aromáticos surgían a partir de la combustión de los aceites esenciales que estas plantas poseían. Los tiempos cambiaron y los hábitos de consumo no se quedaron atrás. Hoy, las hierbas aromáticas invaden de sabor y aroma la mesas de los argentinos, al punto tal que ya no se habla de condimentos sino de “productos gourmet”.

Historias sabrosas

La cooperativa de Aromáticas del Alto Valle, como su nombre lo indica, se encuentra ubicada en Alto Valle. Tradicionalmente, es una zona productora de fruticultura y surge la idea de cultivar hierbas como una alternativa a la producción tradicional.

Tan es así, que en el 2003 comenzaron a investigar y descubrieron que las hierbas aromáticas, especialmente las de hoja, se cultivaban muy bien en Alto Valle: más de uno tenía alguna plantita en la casa, pero no a nivel producción. De esa forma, un grupo de diez productores se nucleó en una asociación para tener una forma jurídica.

Luego, en el 2009 deciden convertirse en cooperativa agropecuaria y de consumo Aromáticas del Alto Valle, diversificar la producción, ya que al comienzo sólo producían orégano, y orientar la venta al consumidor directamente.

En tanto, en el 2000 comienza a gestarse De La Presilla, un emprendimiento sanjuanino que nace en Barreal, al pie de la cordillera de Los Andes. Hoy, en una superficie de cuatro hectáreas, cultivan aromáticas, luego las fraccionan y les realizan un secado natural, según relató uno de sus dueños.