En siembra directa, el zapallo duplica los rindes
Desde el INTA demostraron que con la incorporación de esta práctica conservacionista el cultivo alcanzó los 50.000 kilos por hectárea. Sumado al riego por goteo, ahorran 20 % del combustible, entre otros.
En la geografía del Valle bonaerense del río Colorado predominan los suelos arenosos con bajos niveles de materia orgánica y gran susceptibilidad a la erosión. Sin embargo, las condiciones climáticas y el riego la convierten en una de las zonas hortícolas más importantes del país. Para potenciar la producción de cucurbitáceas y hacer más sustentable los sistemas productivos, investigadores del INTA Hilario Ascasubi –Buenos Aires– producen diferentes especies de zapallos bajo siembra directa y riego por goteo.
“Por la gran cantidad de recursos, tiempo e insumos que demanda la producción de cucurbitáceas decidimos incorporar la tecnología de siembra directa y fertirriego por goteo a los cultivos de hortalizas pesadas”, señaló Juan Pablo D´Amico, investigador de esa unidad del INTA.
En el Valle del Río Colorado, la producción tradicional de zapallo se caracteriza por la cantidad e intensidad de labores –tractores que remueven el suelo una y otra vez– y láminas de agua que inundan los surcos donde crecen las plantas, lo que implica una baja eficiencia en el uso de todos los recursos involucrados.
En este sentido, José Luis Tedesco –vicepresidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid)– destacó el trabajo de investigación permanente que realiza el INTA en todas las regiones del país, a las que se suman las actividades en conjunto con Aapresid. “Nos parece súper interesante que se busquen alternativas sustentables para ser aplicadas en cultivos de importancia regional”, expresó.