Olivicultura: cómo las energías renovables pueden salvar a la producción

Es el tema que se planteó en el marco de la 107º Sesión del Consejo Oleícola Internacional, que se lleva adelante hasta el 24 de junio, con motivo de conmemorarse la Semana de la Olivicultura.

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22deJuniode2018a las08:25

Del 18 al 24 de junio Argentina celebra la Semana de la Olivicultura mediante diferentes encuentros que realiza en el marco de la 107 Sesión del Consejo Oleícola Internacional. En el encuentro se reúnen representantes de los 14 países productores o consumidores de aceite de oliva y aceitunas de mesa con el fin de alcanzar un desarrollo integrado y sostenible del olivar sobre todo para las personas cuyo medio de vida son los productos de este cultivo.

En representación de los productores, el presidente de la Federación Olivícola Argentina, Julián Clusellas está siendo partícipe de los encuentros y nos informó “El Consejo Oleícola Internacional  se reúne todos los años y este año ofreció que Argentina sea sede. Además, sumamos algunas actividades para los productores, como la promoción del aceite de oliva, hubo una ronda de negocios en Chilecito que  se vuelve a hacer en Buenos Aires con compradores internacionales, y va a haber una visita a Chilecito (La Rioja) de los países miembros del COI con sus representados”.

El titular de la FOA remarcó que la provincia de La Rioja es la productora de olivos número uno del país. “Argentina es el país que más produce aceite de oliva en Latinoamérica, porque somos los que tenemos la tradición más antigua, tenemos condiciones agroecológicas óptimas cerca de la Cordillera de los Andes; también hay en Chile y En Perú pero el olivo no es tan rentable como otros cultivos que se dan en esos lugares”, subrayó Clusellas.

Como ingeniero agrónomo y presidente de la empresa olivícola Valle de la Puerta, Clusellas rememoró los inicios de la actividad olivícola: “El olivo es fácil de plantarlo y hacerlo crecer pero es muy difícil que dé grandes producciones. Cuando empecé hace 24 años a realizar esta actividad, sabía de algunas experiencias olivícolas argentinas positivas, pero la verdad es que introducimos un montón de variedades e hicimos un modelo de producción nuevo. En esa época, año ‘94, se plantó en distintos valles, en San Juan, La Rioja y Catamarca, en algunos anduvo bien y en otros mal”.

De esta manera, el agrónomo dio cuenta que: “El olivo tiene zonas óptimas, no óptimas y no aptas. En las zonas que es óptimas el olivo produce muy bien y da unas cantidades importantes. En Argentina es un cultivo que se desarrolla bajo riego, y para ello, los costos no tienen que ser altos”.

Aceitunas de selección

En cuanto a las variedades de oliva que existen hay de mesa y aceiteras:  “Las variedades de aceitunas de mesa que se consiguen en Argentina son la Arauco producidas por medianos o pequeños  productores, muy apetecible en el mercado brasilero. En las nuevas plantaciones que se plantaron desde el año ‘94 en adelante eran de la variedad Manzanilla Fina Sevillana, que anduvo muy bien; también se plantó en San Juan, la variedad Changlot. Con doble propósito se plantó para aceite y más para mesa la Hojiblanca, como también la Picual, variedad más distribuida en España”, enumeró el ingeniero agrónomo.

Las menos conocidas son las variedades Arbequina, Barnea, Coratina, Empeltre, Farga y Frantoio. El presidente de la Federación Olivícola Argentina comentó: “Los argentinos consumimos la arauco y la picual sin darnos cuenta, y estamos empezando a consumir la hojiblanca que se adapta mejor a la cosecha mecanizada y es más adecuada para mesa porque tiene una piel más gruesa”.