Logran 30% de aumentos de rendimientos con cultivos de servicio
Las bondades de los cultivos de cobertura son más que conocidas. Así y todo, aún hay rotaciones en los que no se incluyen.
El XXVI Congreso Aapresid demostrará una vez más por qué estos cultivos son fundamentales y cómo se ponen al servicio de los sistemas.
Los cultivos de cobertura son aquellos que se siembran entre los llamados cultivos de renta con el objetivo de mejorar la fertilidad de los suelos y calidad del agua, controlar malezas y plagas, e incrementar la biodiversidad en los sistemas.
Steven Mirsky, referente del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y disertante del XXVI Congreso Aapresid, no sólo estuvo de acuerdo con ello sino que además destacó la potencialidad que tienen como forraje: “Los cultivos de cobertura son fundamentales para la conservación de los suelos, el balance de nutrientes y la disponibilidad de agua. Pero también pueden ser utilizados para alimentar al ganado”.
En este sentido, Mirsky no sólo enfatizó en las bondades agronómicas que, sin duda, son elementales; también hizo hincapié en sus beneficios económicos. En palabras del norteamericano: “En el corto plazo, los cultivos de cobertura reducen las pérdidas de rendimiento por aparición de malezas y/o sequía, mejoran la actividad de los polinizadores y, dependiendo de los precios y el rendimiento de los agroquímicos, las leguminosas son ideales para ahorrar en fertilizantes nitrogenados”.
A este respecto, el referente del USDA enfatizó que con las leguminosas, los rendimientos pueden aumentar significativamente en un 30-50% dependiendo de los niveles de fertilización suplementaria aplicados, y si hubo condiciones de inundación.
Y añadió: “En general, las mezclas de leguminosas de gramíneas producen niveles comparables de nitrógeno total como leguminosa pura, sin embargo, la mezcla de cultivos de cobertura típicamente proporcionará un 40-50% menos de nitrógeno total durante la temporada de crecimiento”.
Para cerrar, el referente del USDA destacó los beneficios económicos a más largo plazo, manifestando que los cultivos de cobertura permiten una mayor estabilidad y elasticidad de rendimiento, mejoran la salud del suelo y disponibilidad de nutrientes, y permiten una mejor capacidad de retención de agua.