Variable natural del clima más cambio climático, una combinación compleja

Chicago, al norte de Estados Unidos, se vio afectada por una peligrosa ola de frío ártico que llegó a temperaturas de -50°C, mientras que en Tierra del Fuego el termómetro llegó a marcar los 30 grados.

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La opinión de Carolina Vera, profesora-investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA) del CONICET y UBA/Exactas.

La opinión de Carolina Vera, profesora-investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA) del CONICET y UBA/Exactas.

13deFebrerode2019a las09:01

Durante las últimas semanas diversas regiones del planeta experimentaron fenómenos climáticos extremos, que en algunos casos terminaron en desastres. Ejemplos de esto fueron las temperaturas extremadamente altas en Tierra del Fuego y otras regiones de Patagonia y la ola de frío extremo en Norteamérica.

El conocimiento cientíco nos dice que surgieron de la combinación, últimamente desastrosa, de la variabilidad natural del clima y del cambio climático producido por las actividades humanas. Suele ocurrir que se percibe como "clima normal" de un determinado lugar a las condiciones climáticas promedio y resulta extraño cuando no es así. Sin embargo, lo normal es que el clima varíe.

Es justamente esa variabilidad natural del clima la que produjo los fenómenos extremos recientes. Presiones por encima de lo normal persistieron por varios días en el sur de nuestro continente, favoreciendo condiciones anormalmente cálidas y secas en Tierra del Fuego. En contraste, la persistencia de presiones más bajas que lo normal ocurrida a principios de enero, favoreció en buena parte del país, un largo período de lluvias abundantes y extremas y temperaturas relativamente bajas.

Fue también la variabilidad natural del clima la que debilitó los fuertes vientos del Oeste que rodean en invierno el Polo Norte, y mantienen aislado el aire extremadamente frío y de baja presión, conocido como "vórtice polar".