Cómo afectará la peste porcina en China a las exportaciones argentinas: 3 escenarios

La Fundación INAI y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires hicieron simulaciones sobre exportaciones y precios FOB de cereales y carnes con tres escenarios sobre la caída de la producción en el gigante asiático.

22deMayode2019a las17:37

Los precios internacionales de la producción agropecuaria se vienen moviendo desde hace meses influenciados, por un lado, por la guerra comercial que enfrenta al presidente norteamericano Donald Trump con su par chino, Xi Jinping; pero, por el otro y con mayor fuerza en los últimos meses, por la peste porcina que golpea al país asiático y que modifica la demanda tanto de proteínas animales como de cereales para la alimentación de los cerdos. Como tercer factor que influye en los precios, se sumó recientemente el retraso que sufre la campaña de maíz en Estados Unidos por el clima.

Un análisis de la Fundación INAI (Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales) y la Bolsa de Cereales apunta que, por estos factores, entre mediados de 2018, en los meses previos al inicio de la siembra de la campaña en curso, y mayo de este año, el precio FOB de la soja argentina, por ejemplo, disminuyó en promedio 40 dólares por tonelada (-12%).

El informe apunta “el descenso de los precios internacionales, así como los cambios en los flujos comerciales globales generados por estos acontecimientos, configuran una serie de renovados desafíos para las cadenas agroindustriales argentinas, al tiempo que abren algunas ventanas de oportunidad en el corto plazo”.

El virus de la Peste Porcina Africana (PPA) es altamente contagioso, con tasas de mortalidad cercanas al 100% en los cerdos domésticos. Aunque no se transmite a los seres humanos, tiene un significativo impacto económico ya que al detectarse la enfermedad en un animal, toda la piara debe ser sacrificada. Desde agosto del año pasado, ya se reportaron en China 129 brotes que obligaron a sacrificar más de un millón de animales.

China es el mayor productor y consumidor de cerdo del mundo. En 2017 produjo más de 54 millones de toneladas (48% del total mundial) y consumió 56 millones de toneladas, para lo cual importó 1,6 millones de toneladas, con lo que es el principal importador de esta carne (un 20% del mercado internacional).

Además de la contracción de la oferta, el virus está provocando una contracción de la demanda por las dudas de los consumidores sobre la inocuidad de la carne.

Proyecciones

Los escenarios que plantean los expertos son disímiles, lo que en parte tiene que ver con que se trata de una enfermedad que puede expandirse rápidamente -y que, de hecho, algunos sostienen que el impacto actual podría estar subestimado por la falta de declaración por parte de los productores-.

El análisis la Fundación INAI y la Bolsa de Cereales plantea tres escenarios: en el “bajo”, se prevé que China reducirá un 10% la producción porcina y un 5% la demanda con respecto a un año “normal”; en el  “medio”, la contracción de la producción es del 20% y la de la demanda, del 10%; y en el “alto”, la merma al 30% en la producción y al 15% en la demanda. Además, para “modelar la expansión del virus”, se sume un 5% de impacto en la producción porcina de Vietnam y el resto del Sudeste Asiático.

Para analizar estos escenarios, se recurrió al modelo de proyección de la Fundación INAI, que permite considerar las interacciones de estos mercados con los de cereales y oleaginosas tanto en los principales países productores como consumidores.

En los tres, además, se proyecta que parte de la contracción en la demanda de carne porcina se convierte en una mayor demanda de otras carnes.