Industrias lecheras ya piensan en la remarcación
Sin precios ciertos para los productos, no se descartan ajustes que se iniciarían en el ocho por ciento para el consumo interno.
El tambero mira por la ventana, está quieto y no es por el frío, sabe que al menos por una semana los insumos los deberá estirar para no salir a comprar a cualquier precio. Más allá de lo que se vincula al ámbito político, la paralización se hace común.
Una actitud que agrupa a la mayoría de los sectores productivos y comerciales con el impacto de la repentina devaluación del lunes tiene en la lechería un sabor particular. La materia prima es perecedera y esto indica que no puede cerrarse el portón del galpón para esperar que “amaine”. Tambos e industrias lecheras en similar situación.
Con precios de la industria al productor para julio que se estancaron, aunque la tendencia de freno deberá ser revisada, adelantando un proceso que se esperaba recién para la primavera, la demora que demostrará la inflación oficial esta semana ya tendrá un repunte por el impacto del despegue del dólar.