Fletes, empleo, inversión y sustentabilidad: un estudio analizó los efectos de bajar retenciones

¿Qué ocurrió cuando se bajaron los derechos de exportación? Fue la pregunta que buscó develar FADA con un completo informe.

Estudio de FADA sobre el efecto de retenciones.

Estudio de FADA sobre el efecto de retenciones.

29deNoviembrede2019a las09:53

El estudio de FADA expresa que, el efecto que tiene un derecho de exportación sobre la producción de un bien, es el de reducir su precio, y por la ley de oferta, su producción.

Por el contrario, cuando se reducen estas “retenciones”, mejora el precio que percibe el productor,  esto desencadena incentivos a invertir más y producir más, por lo que el resultado termina siendo más producción, más actividad económica, más exportaciones y más empleo.

Cuando se produce más, ingresan más dólares y esos dólares contribuyen a atender los compromisos del país. Si algo queda claro de la corrida cambiaria de los últimos dos años y de, prácticamente, todas las crisis económicas del país, es que el país necesita los dólares. Y los dólares los generan de manera genuina produciendo y exportando más, o los tiene que salir a pedir prestado, o debe incumplir sus obligaciones, tanto con los acreedores externos como con los propios argentinos. Es así que, con los derechos de exportación se puede mejorar el resultado fiscal, pero al mismo tiempo se deteriora la balanza de pagos y la actividad económica, que son los caminos genuinos para que el país crezca.

Ver también: El rol del campo para reanimar a la economía

Según el informe de FADA, un primer impacto de bajar derechos de exportación, e impuestos en general, es que se genera un efecto de impulso a la producción. Comparando las cosechas 14/15, con derechos de exportación del 35% para soja, 23% para trigo y 20% para maíz; vs. la campaña 18/19, con derechos de exportación (a noviembre) del 24,7% para soja, 6,7% para trigo y 6,7% para maíz ; el área cultivada se incrementó en 2,4 millones de hectáreas.

El incremento de área sembrada, se tradujo en incremento de toneladas producidas. La producción de maíz creció en 23,2 millones de toneladas (+69%), la de trigo en 7,7 (+68%), la de girasol en 700.000 y la de maní en 300.000. Al mismo tiempo, la soja cayó 6,4 millones de toneladas, cebada 900.000 y sorgo 1,5 millones. En total, la producción creció en 23,1 millones de toneladas .