Cómo son los patrones de consumo de carne durante la cuarentena
Un estudio del IPCVA muestra que el stock hogareño y las compras espaciadas configuraron nuevas formas de consumo de carne vacuna.
|Cuando empezamos a tomar conciencia que pasaríamos los próximos días de nuestras vidas en casa, la mayoría de los argentinos sintió como si hubieran sido encomendados a una misión espacial a Marte o condenados a vivir en una burbuja sin contacto con el mundo exterior.
Es lógico, nunca atravesamos una situación de estas características o acaso ¿Ustedes encuentran en su anecdotario familiar algún recuerdo con una pizca de similitud a lo que nos toca sobrellevar por estos días? Yo recuerdo una vez, cuando era muy chico, que Don Raúl, un vecino carnicero de mi infancia, contaba que hacía muuuuchos años la gente decía que se venía el fin del mundo. Lo que estaba sucediendo en ese momento no era ni más ni menos que la erupción de uno de los volcanes cordilleranos, que había entrado en actividad y simplemente esparcía sus cenizas de furia por los cielos del país… Pero esto es distinto. Nunca vivimos algo como lo que estamos viviendo.
En este contexto de ciencia ficción, una de las preguntas que nos hicimos cuando tuvimos que guardarnos, y más teniendo el diario del lunes de lo que venía sucediendo en España, Italia y EEUU, fue y ahora ¿Cómo nos arreglaremos con la comida? Si vamos a estar encerrados por quien sabe cuántos días, lo primero es lo primero… ¿Qué vamos a comer? Fue allí cuando algunos (los que pudieron), y con temor a que se produjeran fenómenos de desabastecimiento acudieron a stockearse con la compra de provisiones para este retiro espiritual o enjaule forzoso como prefieran llamarlo.
Precisamente el “Monitor de consumo on line” que lleva adelante el IPCVA muestra que un 44% del panel reconoció que se aprovisionó con elevada cantidad de productos ricos en carbohidratos, como arroz, fideos, etc., y un 37 % hizo lo propio para el caso de las verduras. En el caso de la carne vacuna, un 27 % de la gente manifestó abastecerse en cantidad. (Gráfico 1). Más allá que este valor refleja el valor promedio de toda la población, quizás un dato que llama la atención es que mientras en el segmento de nivel socioeconómico mejor acomodado (ABC1) solo un 13% compró carne en cantidad para encarar su período de cuarentena, en el nivel más bajo (D1D2), el 31% manifestó abastecerse con abundante cantidad de carne para afrontar el desafío.
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