Pasturas y verdeos: por qué hablamos de fertilización nitrogenada

Cómo encarar la fertilización con manejo agronómico integral y desde un enfoque sistémico de la producción.

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Pasturas y verdeos: por qué hablamos de fertilización nitrogenada
02deJuniode2020a las15:13

Para que las gramíneas expresen su potencial de producción, una de las claves es la disponibilidad de nitrógeno y fósforo durante el ciclo del cultivo.

La aplicación de fertilizantes nitrogenados tiene un gran impacto, aunque un plan nutricional integral debería considerar además la disponibilidad de P, S y otros nutrientes. 

La disponibilidad de nitratos (NO3) durante el invierno es generalmente baja debido a la menor mineralización de N proveniente de la materia orgánica (MO). Por lo tanto el agregado de N a través del fertilizante produce grandes cambios.

La fertilización de pasturas y verdeos es una práctica que puede conducir a un impacto positivo en productividad y rentabilidad del sistema ganadero. Algunos de los beneficios son:

 • Aumento en la productividad (kg de materia seca por unidad de superficie y tiempo, por mejoras en la elongación foliar, mejoras en la cantidad de macollos, mejoras en el uso de la radiación) 

 • Mejoras en la calidad del forraje (digestibilidad, % de proteína, contenido mineral)

 • Incremento en la producción animal (carne, leche), 

 • Adelanto de los aprovechamiento 

 • Mejoras en estructuras productivas (macollos) con impacto en la producción y persistencia en las estaciones siguientes

Por lo general la repuesta a la aplicación de nitrógeno (Eficiencia en el Uso del Nitrógeno= EUN) se encuentra entre 15 a 25 kg de MS/kg de N aplicado, aunque el rango que se puede hallar es más amplio: de 10 a 50 Kg de materia seca. Las diferencias dependen de:

 • Efecto año

 • La historia del lote: lotes que vengan de pasturas de alfalfa tienen menos respuestas que aquellos que han tenido cultivos agrícolas o pasturas gramíneas por varios años

 • La especie: rye grass es más eficiente que avena en la utilización del nitrógeno ya que produce más Kg de materia seca por Kg de N aplicado. A iguales condiciones, en avena pueden hallarse respuestas de 15 a 20 kg MS/Kg de N, mientras que en rye grass pueden esperarse respuestas de 20 a 30 kg MS/kg de N. 

 • Nivel inicial de fósforo y la fertilización fosfatada adecuada: la respuesta al nitrógeno es dependiente del nivel inicial de fósforo en el suelo, el mejor momento para corregir fósforo es la siembra.  

 • Número de plantas: un cultivo con baja densidad de plantas solo puede aumentar la producción de pasto a través del aumento del número de macollos y del tamaño de lámina. Si hay limitación en el stand de plantas logrado, se debe evaluar cuidadosamente si es el recurso al cual fertilizar o si se encontrará mejor impacto en otro lote.