Girasol de segunda: claves de manejo para un cultivo que en el sur le gana hectáreas al maíz y la soja

Qué aspectos se deben tener en consideración a la hora de planificar el cultivo, ya que definen la mayor parte del éxito.

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Cultivo de girasol de segunda, a mediados de marzo plena floración.

Cultivo de girasol de segunda, a mediados de marzo plena floración.

12deMarzode2021a las14:11

En el centro sur de la provincia de Buenos Aires, donde predominan los cultivos de cosecha fina, en muchos casos sobre suelos someros por presencia de tosca, la siembra de soja de segunda es una práctica común, aunque no siempre exitosa. Aparece entonces como alternativa la siembra de maíz o girasol posterior a la cosecha de cebada y trigo, donde el primero tiene una gran limitante en cuanto a la extensión de la fecha de siembra por la temperatura, mientras que el girasol tiene un periodo más amplio para su implantación. Si bien las cuestiones climáticas no se pueden controlar, hay algunos aspectos de manejo como fecha de siembra, cultivo antecesor, elección del híbrido, enfermedades y plagas que contribuirán al éxito del cultivo.

En las últimas campañas en los partidos de Tres Arroyos y Coronel Dorrego, el cultivo de girasol le ha ido ganando terreno a la soja y al maíz en las siembras de segunda. Esto se debe principalmente al buen comportamiento que tiene el cultivo en siembras de principios a mediados de enero y a que esta fecha permite la espera de lluvias para tener mejores condiciones de implantación. Pero también, a otro factor que es la aparición de malezas resistentes en los lotes, principalmente el “yuyo colorado” (Amarantus sp.) y los “nabos” (Brassica sp.), que pueden ser controlados con herbicidas de diferentes modos de acción que se utilizan en el girasol.

Cabe aclarar, que los cultivos de segunda implican un riesgo mayor ya que necesitan de la ocurrencia de lluvias oportunas y temperaturas adecuadas. En el caso del girasol, las respuestas en rendimiento encontradas han sido muy variables y estas se deben principalmente a varias prácticas de manejo que hay que tener en cuenta. 

En primer lugar, los mejores resultados y la mayor estabilidad se obtienen a medida que se retrasa la fecha de siembra (datos aportados por el Ing. Fernando Ross, de la Chacra Experimental de Barrow). Los datos muestran que el rango de fecha óptimo se da entre el 25 de diciembre y el 15 de enero, como fecha límite.

También hay que tener en cuenta el cultivo antecesor, donde muestra un mejor comportamiento sobre rastrojos de trigo candeal y trigo pan. En cuanto a los rastrojos de cebada, se observan resultados variables, principalmente por la competencia de las “plantas voluntarias o guachos” que suelen ser más agresivas y en muchos casos no se llega a tiempo con los tratamientos para su control. 

Otro factor muy importante a considerar, tiene que ver con los herbicidas utilizados en el cultivo antecesor y las dosis de los mismos, sobre todo sabiendo que el girasol es un cultivo muy sensible a los herbicidas de la familia de las Sulfonilureas y a que estos, son muy utilizados en los cultivos de fina. 

Estos puntos son los primeros que tenemos que tener en consideración a la hora de planificar el cultivo, ya que definen la mayor parte del éxito.