Experiencia hidropónica: cultivan verduras súper resistentes al pie de las sierras puntanas
Una pareja de bonaerenses logran verduras de hoja en territorio semiárido que permanecen frescas hasta 10 días. Ahora proveen a restaurants y verdulerías.
La producción sustentable surge como respuesta a la creciente demanda de más y mejores alimentos y a las exigencias de un consumidor cada vez más concientizado sobre el impacto ambiental de las actividades económicas.
La hidroponia es un sistema cada vez más popular entre quienes desean desarrollar la agricultura y no cuentan con grandes superficies de tierra. Con este método se pueden obtener mayores rendimientos con un menor consumo de agua.
Es el caso de Patricia Musi y su emprendimiento en el faldeo de las sierras en Merlo, San Luis. En la “Finca Cerro de Oro” se cultivan hortalizas de hoja como lechuga, rúcula y albahaca en invernáculos que crean un microclima adaptado en temperatura y humedad para afrontar la gran amplitud térmica de esta región semiárida.
En 60 días las semillas se convierten en vegetales listos para cosechar que pueden llegar a durar de 5 a 10 días, con la raíz viva, en óptimas condiciones.
Utilizan el sistema NFT (Nutrient Film Technique) o técnica de película nutritiva que consiste en el armado de una estructura tubular en forma de terrazas donde las verduras hidropónicas crecen sin contacto con el suelo y se comercializan con su raíz viva. El resultado es verduras limpias, listas para consumir, sin insectos y con gran valor nutricional.
“La hidroponia es una forma de cultivo donde se le da a la planta en el agua todo lo que no encuentra en el suelo”, afirma Patricia quien llegó con su marido a esta localidad puntana en octubre de 2019 desde el Gran Buenos Aires. A los pocos meses ya contaba con una pequeña producción para comercializar entre los restaurants y parrillas de la zona.