El grupo que busca recuperar el sabor del tomate y defenderlo de la desaparición ante las verduras de hoja: así es el trabajo de Código Tomate

El objetivo es claro: crear tomates pensados para la región, con buen sabor, buen rendimiento y resistencia a enfermedades

El grupo que busca recuperar el sabor del tomate y defenderlo de la desaparición ante las verduras de hoja: así es el trabajo de Código Tomate
21deAgostode2025a las15:39

Un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario y del CONICET lleva más de dos décadas trabajando en genética y mejoramiento del tomate. A través del proyecto “Código Tomate”, desarrollaron variedades adaptadas a la producción agroecológica urbana y periurbana, y trabajan junto a huerteros de la región para reintroducir el cultivo en Rosario.

Un proyecto que nace en la ciencia

La iniciativa reúne a investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario y del CONICET, quienes trabajan codo a codo con productores para que la ciencia no quede solo en los laboratorios. El objetivo es claro: crear tomates pensados para la región, con buen sabor, buen rendimiento y resistencia a enfermedades, a la vez que se promueven  prácticas que cuiden el ambiente y la salud de quienes producen y consumen.

tomates unr

Según Gustavo Rodríguez, director de Código Tomate, el programa se enfoca en cruzamientos y selección para obtener nuevos cultivares con mejores características de calidad de fruto: “Como es un programa de mejoramiento también académico, no solo nos interesa el producto final que puede ser una nueva variedad o un nuevo cultivar, sino también conocer las bases científicas de por qué ese cultivar tiene mejor calidad, cuáles son los genes responsables de esa calidad o cómo se puede hacer para hacer más eficiente la selección de cultivares”, afirmó.

El investigador resaltó que, en el proceso de mejoramiento genético orientado principalmente a aumentar el rendimiento y la resistencia de los cultivos, se descuidó la calidad y por eso es necesario volver a las especies silvestres, que tienen un color rojo intenso y un gusto bien característico. “Nosotros hacemos cruzamientos para recuperar esos genes que le dan calidad y larga vida a estos frutos”, detalló Rodríguez.

tomate huerta

A partir de este enfoque, el programa comenzó a recopilar material genético local, estudiar su comportamiento y cruzarlo con líneas mejoradas, obteniendo variedades adaptadas al manejo de los horticultores de la región.

Variedades que marcan la diferencia

A partir de 2012, el grupo desarrolló dos cultivares tipo cherry de alta calidad organoléptica, con buen color, sabor destacado y mayor vida de cosecha que los cherrys comunes del mercado. “El típico tomate cherry pesa entre 2 y 4 gramos; nuestros cherrys no son tan pequeños: tienen entre 15 y 20 gramos, un tamaño intermedio, más cercano a lo que se ve en verdulerías", explicó Gustavo Rodríguez.