De ganadero a político: cómo produce el funcionario de Perotti que se opone al cierre de exportaciones
“La empresa hoy funciona sin mi, pero es una definición que te la da la vida y que no la sabés hasta que no sucede”, destaca Daniel Costamaga
En el centro norte de Santa Fe, en un campo que se reparte entre los distritos de Nueva Lehmann, Ataliva y Sunchales, una zona en donde se ve mucho tambo y agricultura, se entremezcla un establecimiento ganadero al este de la Ruta Nacional 34.
Quien recibe a Agrofy News para este recorrida a campo es Daniel Costamagna, el ministro de la Producción de Santa Fe, que está de paso por su campo, en medio de la recargada agenda de la función pública. Orgulloso del trabajo de años, de la historia familiar, no duda en subirse a la camioneta para recorrer los lotes, donde hay que abrir tranqueras, pisar alambres y boyeros y también, entre otras cosas, controlar la condición del silo que se les dá a los animales.
El campo de los Costamagna
Vinculado al campo por su abuelo Juan, siguiendo con la tradición de su padre Leyder, ahora con su hermano Ricardo forma parte de la cuarta generación de productores y dice “disfrutar” del lugar donde desarrolló plenamente su actividad.
Son 1.500 hectáreas las que se trabajan: un 40% propias. Dentro de las 900 alquiladas, hay un campo en la localidad de Constanza, un poco más al norte por la Ruta Provincial 13, destinado a la cría donde se produce el 80 por ciento de los terneros, de marca líquida, un rodeo cerrado de la madre al novillo.
“En 2006 empezamos con el rodeo de cría, trabajamos con la raza Braford, a partir de 750 madres con una producción de 500 a 550 terneros al año, con un sistema de destete anticipado”, cuenta Costamagna. Cuando llegan a los 120 kilos se traslada a esa hacienda al campo principal. Se trabaja con una buena carga animal de una vaca por hectárea, con buenos índices de preñez y de recría.
Con un concentrado proteico y granos de maíz de producción propia, que se mezclan en una planta que está en el lugar y que tiene un sistema automatizado, los lotes transitan la primera etapa de la recría, hasta los 160 kilos, complementados con rollos.
Verdeos con silo, un manejo basado en el autoconsumo, reparte los rodeos por tamaño en tres instancias, para pasar a la terminación donde la dieta se comparte entre máiz, silo, rollo y alfalfa. “Se trabaja con altas cargas, más de mil kilos por hectárea, con una carga instantánea de 1.200 kilos. La producción de carne por hectárea también es alta, porque estamos arriba de los 700 kilos. Es un sistema semi intensivo, es carne para Hilton y se termina de forma semi intensiva, pero durante el día los animales están en el pasto”.
Costamagna fue uno de los presidentes de la Rural de Rafaela más jóvenes de la historia centenaria de la institución. Es veterinario, pero tiene especialización en nutrición por su trabajo profesional previo que dio lugar luego a la dedicación a esta empresa que comparte con su hermano Ricardo. “Se termina un novillo que tiene alrededor de 30 meses que se destina a una empresa con la cual tenemos una relación comercial de ganar-ganar, porque vendemos desde el campo sólo animales gordos, terminados, es como una ley”, agregan. De esta forma, las madres que terminan su ciclo reproductivo se engordan también, se les cambia la categoría y se venden luego, no se sacan del rodeo y se venden en una feria.
El establecimiento trabaja al año más de 900 hectáreas de agricultura, 350 de trigo, 450 de soja y las restantes se destinan a maíz que se transforma en silo o grano, todo para el consumo de los animales propios.