Erosión y napas: la familia de productores que cambió el manejo y evitó "un desastre”
El cambio se inició cuando comenzaron a experimentar problemas crecientes en los sectores bajos con algunos afloramientos salinos; comparten costos y la experiencia de manejo
La familia Vagnoni formó una empresa agropecuaria integrante del CREA San Martín de las Escobas-Colonia Belgrano (región Santa Fe Centro) y compartió una experiencia sobre una tecnología de manejo que aplicaron, al servicio de la sostenibilidad.
Experiencia de manejo agrícola en Santa Fe
Rodolfo Vagnoni junto a sus tres hijas, Mariana, Daniela y Carolina, lideran uno de sus módulos localizado entre las localidades de Las Rosas y San Genaro. Esta empresa agropecuaria, una década atrás, dejó definitivamente la actividad ganadera para pasar a tener un planteo completamente agrícola. A los pocos años comenzaron a experimentar problemas crecientes en los sectores bajos con algunos afloramientos salinos (producto del ascenso del nivel freático).
“Debido a los encharcamientos y el avance de las malezas problemáticas, íbamos sumando problemas y en algunos años incluso hubo lotes que se dejaron de sembrar”, recuerda Carolina en la última edición de la Revista CREA.
Entonces, junto con su asesor particular Cristian Natali (quien además es asesor del CREA Colonia Medici) y al asesor del CREA San Martín de las Escobas-Colonia Belgrano, Lautaro Haidar, comenzaron a introducir a partir de la campaña 2017/18 cultivos de servicio en los lotes de menor productividad o con mayor riesgo de erosión, de manera tal de evaluar la viabilidad económica y el impacto de los mismos en el sistema productivo.
Comenzaron con vicia, pero los primeros resultados no fueron favorables porque, una vez secada, la escorrentía barrió con buena parte de la cobertura lograda. Así que luego procedieron a mezclar la vicia villosa y sativa con trigo y avena para corregir ese inconveniente. “Durante cuatro campañas consecutivas fuimos incorporando cultivos de cobertura en los diferentes lotes y este año volveremos a sembrar el primer lote”, apunta Carolina.