"Es angustiante”: la falta de botellas activa una crisis en el sector vitivinícola
La economía regional enfrenta una compleja situación: “Los precios y las ventas se recuperaron, pero estamos empezando el ciclo productivo y de cara a la nueva cosecha, hay mucha incertidumbre", advierten
A pesar de que el sector vitivinícola está viviendo una muy buena cosecha y que los precios de la uva y el vino “mejoraron”, algunos factores externos ponen en alerta a los productores. “Estamos en un equilibrio bastante complejo”, asegura Carlos Fiochetta, gerente general de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) a Agrofy News. Entre las mayores preocupaciones está la falta de botellas para envasar, la poca disponibilidad de buques para exportación y los eventos climáticos.
“Las ventas no responden a la misma dinámica del año pasado, que fue muy bueno, pero no por problemas del sector, sino por temas externos. Estamos en un equilibrio bastante complejo”, señala el ejecutivo en relación al ciclo productivo 2021/2022. A su vez, añade que a la ecuación se le suman dificultades logísticas. “Hay faltante de contenedores y buques que ralentizan la exportación. Además, faltan envases de botellas, que es un problema importante”.
En el país, alrededor del 60% del vino se vende en botellas de vidrio y, si bien están apareciendo nuevos envases, como las latas o el bagging box, no llegan a tener tanto peso en el rubro. “La situación se avizora bastante compleja. El tema de los envases es angustiante”, se lamenta Fiochetta, aunque insiste en que en la actualidad la dinámica está equilibrada. “Los precios y las ventas se recuperaron, pero estamos empezando el ciclo productivo y de cara a la nueva cosecha, hay mucha incertidumbre. Estamos expectantes”, admite.
La venta de botellas está concentrada en su mayoría en dos fábricas y, para agravar aún más el escenario, una de las abastecedoras, la empresa cristalera Verallia, sufrió un incendio a mediados de septiembre pasado. El ejecutivo advierte que la escasez afecta en mayor medida a las bodegas más pequeñas y a las que están alejadas de los grandes centros de los grandes centros de producción vitivinícola, como Mendoza y San Juan.