Dietas frías para el calor: qué recomiendan darle de comer a las vacas para evitar el estrés térmico
Especialistas del INTA brindan recomendaciones para el bienestar de los animales; una alimentación acorde, sumada a medidas para disipar el calor, permiten reducir el déficit energético de las vacas que se genera en períodos críticos
El estrés calórico es uno de los factores que puede afectar significativamente la producción, la composición de la leche y la eficiencia reproductiva. En este sentido, un equipo de especialistas del INTA Rafaela –Santa Fe– y Balcarce –Buenos Aires– recomiendan prácticas nutricionales que aporten a la disminución del estrés por calor.
“El estrés se produce cuando el animal no alcanza a disipar el calor necesario para mantener una temperatura corporal por debajo de 38,5°C”, explicó Eloy Salado, especialista del INTA Rafaela, al sitio INTA Informa.
Parte del calor es generado durante los procesos de fermentación ruminal y metabolismo de los nutrientes absorbidos, las vacas más productivas son las más susceptibles dado su mayor consumo de alimento y su elevada intensidad metabólica.
Según explica el artículo del INTA, cuando la temperatura ambiental supera los 25°C o 26°C, disminuye el consumo voluntario. Una alta humedad relativa y la exposición directa a la luz solar aumentan la intensidad del efecto. El aumento del jadeo es un mecanismo que le permite al animal eliminar el calor, pero que asimismo significa un elevado costo energético, aumentando el requerimiento de mantenimiento en hasta un 25 %.
En resumen, el estrés calórico reduce el consumo de alimento, la actividad de rumia y la absorción de nutrientes e incrementa los requerimientos de mantenimiento. También, reduce la disponibilidad de energía y nutrientes para producir leche. La disminución de la producción puede llegar al 40 % y, en algunos casos, la intensidad y duración de la onda de calor puede causar la mortandad de la hacienda.