Viajaron al desierto para estudiar bacterias de 3500 millones de años y crearon un producto que mejora los rindes de la soja
Se trata de un bioinoculante que aumenta los rendimientos entre un 10 y 15 %; lo desarrolló un grupo de argentinos luego de investigar 20 años en las salinas y los desiertos
Según la FAO, el 33% de la tierra cultivable del mundo está degradada por la salinización y el exceso de uso de fertilizantes químicos, y en 2050 esa cifra podría llegar al 90 %. Se estima, además, que 4 mil millones de personas, el 50% de la población mundial, vivirán en zonas áridas, y esto pone en riesgo el suministro de alimentos.
“La agricultura tiene una disyuntiva. Tiene que producir más con menos. El suelo se va degradando por muchas razones: algunas naturales, como el incremento de la sequía, y otras como el exceso de uso de fertilizantes químicos a largo plazo”, comentó Franco Martínez Levis, economista y uno de los cofundadores de Puna Bio.
“Nosotros sabemos que es necesario utilizar fertilizantes para producir, pero es una realidad que hoy los productos químicos son responsables de entre el 3 y 5 % de las emisiones globales. Entonces tampoco es sostenible incrementar ese uso”, continuó.
Si bien una alternativa a este problema es el uso de inoculantes biológicos, los productos existentes en el mercado actual solo son efectivos en suelos fértiles.
Ver también: Producen insumos y quieren romper con los mitos de lo orgánico: “Muchos clientes son productores convencionales”
Bacterias milenarias: la historia de Puna Bio
Hace un año, junto a un grupo de científicas de Tucumán, cocrearon Puna Bio, la primera startup que da respuesta a esta problemática. Mediante la investigación de bacterias de hace 3.500 millones de años pudieron desarrollar el primer bioinoculante extremófilo en el mundo.
“Lo que hacemos son productos biológicos para la agricultura y lo que buscamos es incrementar los rindes de forma sostenible, complementando el uso de fertilizantes químicos, lo que permite la recuperación de suelos degradados, así como cultivar en suelos que antes no se podía”, detalló Martínez Levis.
María Eugenia Farías y Carolina Belfiore, doctoras en Biología y fundadoras del proyecto, estuvieron 20 años recorriendo la Puna de Argentina, Bolivia y Chile, explorando bacterias de hace miles de años. Elisa Bertini, doctora en Bioquimica, otra de las fundadoras, pasó 4 meses en la Antártida.