El tesoro milenario en la Patagonia que teje alianzas para no desaparecer

La actividad, cargada de saberes ancestrales, tiene poca llegada a nivel nacional y dirige sus mejores productos al mercado internacional

El tesoro milenario en la Patagonia que teje alianzas para no desaparecer
11deAgostode2022a las12:29

El tejido es una actividad milenaria cargada de saberes ancestrales. Un oficio que se ha pasado de generación en generación y que en las comunidades rurales de la Patagonia argentina se ha convertido en un estilo de vida.

Las familias de la localidad de Valcheta, al sur de la provincia de Río Negro, que se dedican producción de lana y fibras naturales de origen animal obtienen sus mayores ingresos a través de la venta al exterior. Como si se tratara de una habilidad innata, tanto hombres como mujeres invierten gran parte de su vida en la elaboración de piezas textiles únicas, como matras mapuches, guantes, boinas, medias y hasta pulóveres.

En general empiezan a comercializar sus productos entre los mismos vecinos y después en eventos locales como la Fiesta Nacional de Valcheta, que se hace en junio todos los años. Sin embargo, a través de la Cooperativa Agropecuaria La Amistad -que tiene más de 20 años en el territorio y más de cien familias socias- comenzaron a encontrarse para proyectar en conjunto una expansión de su trabajo a nivel nacional

“Son espacios de encuentro, de venta, de saberes. Hilanderas y tejedoras salen de la casa para representar su trabajo del campo a través de lo que hacen con sus manos”, resume Analía García, embajadora de la Cooperativa y miembro de la Red de Mujeres Rurales.

Analía, quien además es emprendedora textil, vive en Bariloche hace 30 años. Se especializó en agroturismo y a través del contacto con las comunidades rurales conoció organizaciones de artesanas y familias que se dedican a la producción ganadera ovina y caprina. Cuenta que si bien hace solo cuatro años que empezó a diseñar y a confeccionar en telar productos de abrigo con lanas patagónicas naturales, el saber lo tiene desde chica porque en su casa tejían todas las mujeres. “Es algo que me apasiona”, afirma.