Producir en la Patagonia: en qué invierten los Benetton y cómo pagaron "derecho de piso" para adaptarse a la zona

Un repaso por las actividades que distinguen a la Compañía de Tierras del Sud Argentino; más allá de los rodeos ovinos, los secretos de una apuesta en tierras desafiantes

Una recorrida por las estancias de los Benetton.

Una recorrida por las estancias de los Benetton.

30deDiciembrede2022a las09:11

No solo es la inmensidad, la altura de la Cordillera de los Andes y la maravilla de los paisajes lo que llama la atención en Chubut. En esa zona hay inversiones que demandan décadas para mostrar resultados que asombran y que solo son posibles con mano de obra especializada, de recursos humanos locales con inversores sin resultados inmediatos.

Esta es de alguna manera la situación de los proyectos más entrañables de la Compañía de Tierras del Sud Argentino (CTSA) en las 356 mil hectareas que se ubican más al norte de Esquel, entre las provincias de Chubut y Río Negro, y que se reparten en cuatro estancias.

En la recorrida que pudo hacer Agrofy News por las estancias que datan de 1889 y que desde 1991 cuentan con capitales de la familia Benetton, en tierra argentina y con personal de la zona, fue el administrador General de estancias de la Cordillera, Ronald Mac Donald, quien revela lo fundamental.

“El secreto está en preparse siempre para el peor invierno. Hoy con el uso de tecnología, la previsión que dan los pronósticos, se pueden minimizar los impactos. Lo importante es tener un balance y una previsibilidad”, sostuvo Ronald Mac Donald.

La combinación de producciones, la capacidad de inversión y manejo hacen que esta parte del negocio de la empresa funcione.

“Tenemos en nuestros costos contemplados los presupuestos para siempre producir lo que necesitamos. Lo importante es tener un nivel de producción a lo largo de todo el año y durante varios años para tener un buen promedio, lo que hace que nuestros números sean estables y sustentables”, agrega.

Los secretos productivos de las estancias de los Benetton

Forestación

Recorrer la antigua Ruta 40 propone paisajes que cambian en cada kilómetro y que no sólo combinan estepa con Cordillera, sino que proponen cuadros arbolados que forman parte de una estrategia productiva que requiere de inversiones a muy largo plazo, que llegan incluso a las cuatro décadas para tener algún recupero.

Siendo la producción forestal un segmento donde la inversión extranjera es clave, en todo el país, por la posibilidad de poder aguardar por todo el proceso, es necesario ver la inmensidad de los rodales, donde los pinos son la variedad esencial.

Juan Chuquer es encargado Forestación en Compañía de Tierras Sud Argentino y nos acompañó a recorrer estos sectores destinados a la actividad, que en total suman 9.350 hectareas de pino ponderosa, cuyos primeros rodales datan de 1992.

El trabajo que requiere la forestación no se termina en la plantación de un arbol y dejar pasar los años, sino que exige un mantenimiento y una selección que se hace a lo largo de décadas.

“Genéticamente los plantines que se producían hace 30 años no eran buenos. La Patagonia tiene semillas genéticamente mejoradas de pinos desde hace 9 años recién. Por lo tanto, hay que plantar una gran cantidad inicial, para poder llegar a una buena masa por cosecha de unas 500 plantas por hectárea”.

Con cuadrantes de plantas, con la vía de un trayecto en desuso de la Trochita entre las estancias, estos bosques tienen criterios de plantación que contemplan estrategias contra incendios, que además de los cortafuego tienen reservas de agua con bombas alimentadas con pantallas solares.

Particularmente, en esta variedad de pino los avances “se hicieron pensando en mejorar la calidad de la madera, en la calidad y cantidad de las ramas, pero también en el ángulo de inserción que es fundamental para tener menos nudos en el producto final”, comentan desde CTSA.

Chuquer explica que se buscan pinos con menor cantidad de ramas, con un ángulo de inserción de 90 grados que reduce la superficie del nudo, “por parte de los privados en Patagonia no hay mejoramiento genético en pinos, sino que todo se desarrolla desde el INTA, y la venta de semillas es toda por parte del Estado”.

Toda la plantación de Compañía de Tierras corresponde al pino ponderosa, que en una de sus dos variedades, resiste a las condiciones ambientales que se presentan en esta zona de la Cordillera.