Cría chivitos, logró que sean reconocidos y mantiene viva una tradición que alimenta a más de 1500 familias
“Me siento muy orgullosa, soy muy luchadora. Nunca me dejé caer", cuenta Graciela Moya
En 2010 Graciela Moya (55) logró algo histórico. No solo por el impacto que tuvo para su comunidad, sino porque lo consiguió luego de años de lucha incansable y convicción. Fue una de las mujeres impulsoras del único sello a nivel nacional de Chivito del Norte Neuquino. Esa denominación de origen potenció a más de 1.500 familias crianceras que subsisten con la crianza de chivitos y que soñaban con lograrlo.
Recientemente recibió el premio Lía Encalada que la reconoce por su trabajo de más de 30 años en la ruralidad, aportando a mantener viva una tradición regional única en el país.
Crianceros de cepa
Graciela nació en una familia de crianceros y actualmente vive en la localidad Ranquil Vega, departamento Pehuenches, en la provincia de Neuquén. Sus padres eran peones rurales y se dedicaron toda la vida a eso: “Trabajaban para los que tenían grandes capitales. Cuidaban 4 mil chivas y con mi mamá hacían la trashumancia, el traslado de animales de invierno y verano”, contó.
Su familia es muy numerosa: son 10 hermanos, 6 mujeres y 4 varones. Desde muy chicos empezaron a trabajar en el campo con los animales en la crianza del chivito: “Nuestra vida fue muy ruda. Vivimos trabajando en las chacras. Hace dos años fallecieron mis padres y yo sigo realizando el trabajo con mis hijos”, expresó.
De invernadas a veranadas
Durante el invierno, Graciela vive con su familia en su casa de campo de 18 hectáreas, donde además de criar el chivo, tiene más de 6 mil plantas de álamos, frutales y hortalizas. Siembra maíz y trigo y elabora dulces: “De eso vive mi familia”, explicó. También contó que en esa zona hay una escuela rural, donde ella estudió y sus hijos también.
Cuando llega diciembre, realizan el traslado a las veranadas. Esto es a caballo, arreando toda su vida entre las montañas: “Tardamos entre 15 y 20 días en llegar. Llevamos aves, gallinas, perros, alimentos. Vamos todos y nos instalamos en una casita hasta marzo”.