Fue sólo la primera batalla
Analistas de Wall Street consultados ayer por La Nación dieron poraprobada la minigira por Washington, en la que José Luis Machinea obtuvo elapoyo del Tesoro de los EE.UU. y del Fondo Monetario Internacional (FMI) paralas medidas fiscales que impulsa el Gobierno. Desde aquí, el ministro de Economíano regresó a Buenos Aires, sino que estuvo ayer en Nueva York con un doble propósito:reunirse con un puñado de inversores institucionales, con quienes mantuvoconversaciones informales, y encontrarse también con su hija Melanie, queestudia en la Universidad de Harvard y se trasladó a Manhattan.
Tras este viaje, la misión del FMI encabezada por Teresa Ter-Minassian deberáterminar de negociar, desde pasado mañana en Buenos Aires, la firma de un nuevoacuerdo stand by o una eventual prórroga al acuerdo de facilidades extendidas(AFE) vigente. Sin embargo, el respaldo oficial no implica que los inversoreseliminen sus dudas sobre la Argentina. "Ayudará, pero no va a producirmilagros", dijo a La Nación el economista Rudi Dornbusch desde suoficina del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT). "El nuevogobierno heredó una deuda y un déficit terribles. El apoyo del Fondo esimportante, pero para que aumente el interés de los inversores deberá redoblarlos esfuerzos fiscales en los próximos meses", indicó. De todos modos,según Dornbusch, "a la Argentina le llevará una década terminar deordenar su situación fiscal y recobrar la prosperidad".
Fernando Losada, de ING; Walter Molano, de BCP, y Joaquín Cottani, de LehmanBrothers, afirmaron que la firma de un acuerdo con el Fondo en las próximassemanas sería "un gran triunfo para el Gobierno".
-¿No crea riesgos la firma de un nuevo acuerdo tras el incumplimiento delanterior?, preguntó La Nación.
-No, porque para seguir con este acuerdo deberían pedir un perdón despuésde la tercera revisión del déficit, que se fijó en 5100 millones de dólaresy terminó en 7000 millones, dijo Losada.De todos modos, el analista apostó sus fichas por un nuevo AFE, "talvez por US$ 5000 millones", como respaldo contingente para que la Argentinautilice en caso de que se cierren los mercados privados. Molano expresó unasensación combinada, entre su propio optimismo y el pesimismo ajeno "debastantes empresas y analistas".
Entre este último grupo se anota el banco de inversión Salomon SmithBarney, que en su último reporte mantuvo las acciones argentinas "enobservación", porque espera un crecimiento menor que el estimado por elGobierno, y cree que el alza de tasas de la Reserva Federal encarecerá lo quedeberá pagar el país este año. Para Salomon, "la Argentina es el mayorriesgo regional", debido a los US$ 17.500 millones que debe pagar hastadiciembre. "Por sobre todo, mantenemos a la Argentina en underweight.La única manera en la cual la Argentina podría mejorar su rendimiento encomparación con el resto de la región en el futuro inmediato es una correcciónen el resto de los mercados del área", según el informe del analistaGeoffrey Dennis.
"En este momento Brasil y México son más atractivos, mientras seespera ver si la reforma fiscal del Gobierno consigue obtener mayoresingresos", explicó por su parte Joaquín Cottani.
La visión de Salomon se contrapone al último informe de Merrill Lynch sobrela Argentina, donde recomienda incrementar la exposición en acciones. Aunquesostiene que el crecimiento será del 3% (no del 4% como anunció Machinea), lafirma del pacto fiscal y la s