Brasil y Argentina empiezan hoy a renegociar el Mercosur
Con amplio espíritudiplomático por parte de los dos países, Brasil y la Argentina comenzarán hoyla semana de negociaciones más difícil de los últimos tiempos. Todoempezará esta mañana, cuando el canciller argentino Adalberto RodríguezGiavarini se encuentre con su par Luiz Felipe Lampréia, con la ideade preparar el terreno para el segundo encuentro bilateral de la semana. Esteserá el miércoles, cuando nuevamente se sienten a negociar el régimenautomotor el secretario de Relaciones Económicas Internacionales argentino,Horacio Chighizola, y el flamante embajador plenipotenciario para asuntos delMercosur de Brasil, José Botafogo Gonçalves. Este funcionario, amigopersonal de Fernando Henrique Cardoso e histórico defensor de la integracióneconómica, estrenará ante Chighizola su nuevo cargo, lo que será unaoportunidad inmejorable para medir el verdadero poder de su designación. Segúnse promete, Botafogo tiene desde el viernes pasado facultades para acordar conla Argentina por encima de los ministros de Industria, Hacienda, RelacionesExteriores y Planeamiento.<>La novedad por el lado argentino es que porprimera vez desde la historia del Mercosur se podría lanzar sobre la mesa denegociaciones la queja formal acerca del aumento del poder industrial de Brasily el traspaso de empresas argentinas a ese país. Como apoyo a esta tesis,en los últimos días desde la Cancillería argentina y la Secretaría deIndustria que dirige Débora Giorgi se terminó de confeccionar un informedonde, con nombre y apellido, se mencionan las empresas (fundamentalmenteautomotrices) que están invirtiendo en Brasil y no en la Argentina por laexistencia concreta de subsidios. Además, desde el Ministerio de Economía sepreparó un informe particular sobre las distorsiones comerciales que seprodujeron en el último año provocadas por la devaluación brasileña. Segúnla tesis oficial del gobierno de Fernando de la Rúa, la combinación de los dosfactores es la causa de los problemas comerciales entre los dos países. Por esose considera fundamental, por lo menos como gesto, que dentro de lasnegociaciones, además del régimen automotor, se trate la necesidad de lacoordinación de variables macroeconómicas y la eliminación concreta ydefinitiva de los subsidios de los gobiernos federales. En realidad los dosreclamos no son nuevos ya que vienen desde el gobierno de Carlos Menem sin queBrasil demostrara mucha voluntad política por avanzar en estos temas. A partirde esta semana habrá que ver si las promesas de Cardoso a De la Rúa dereformular la relación comercial entre los dos países es más que unadeclaración diplomática de los momentos de transición política.