El FMI respaldó otra vez la convertibilidad

19deEnerode2000a las08:58
En un gesto inusual, elorganismo terció en una polémica interna

"Claro que es malo salir de la convertibilidad", fue la firmerespuesta ayer de la subdirectora del departamento Hemisferio Occidental delFMI, Teresa Ter-Minassian, cuando se la consultó por los riesgos que implicaríaabandonar el régimen cambiario inaugurado en 1991.

El respaldo de la funcionaria del organismo que negocia un nuevo acuerdo connuestro país cobra especial relevancia por el momento en que llegó: hay unfuerte debate por la competitividad de la economía argentina frente a lasventajas que le representó a Brasil la devaluación de su moneda, en enero de1999, y por el éxodo hacia el vecino país de empresas radicadas en laArgentina.

En medio de la polémica por la suerte de las empresas que, tentadas por lossubsidios y la relación cambiaria vigente en Brasil ya dejaron la Argentina oestán en vías de hacerlo, el dirigente sindical de los camioneros y candidatoa secretario general de la CGT, Hugo Moyano, pidió dejar la convertibilidadpara mejorar la competitividad frente a Brasil.

"Es imposible competir con Brasil porque su sistema cambiario hace eldos por uno. El Gobierno tiene cuatro economistas, y quienes tienen esaresponsabilidad que empiecen a buscar la forma de salir de esta situaciónporque en la medida en que no se consiga no tenemos destino para recuperar laeconomía de nuestro país. No le podemos vender nada a nadie y hasta losturistas se nos van por el beneficio cambiario de Brasil", insistió ayerMoyano.

La economía argentina soportó el último año y medio un prolongado procesorecesivo, que se profundizó a partir de enero del año último cuando elgobierno de Brasil resolvió devaluar su moneda, acosado por las corridas contrael real y en medio de una crisis galopante. El real cerró ayer su cotizaciónen 1,79 por dólar.

La reacción de la funcionaria del FMI ante la prensa no fue seguida porninguna otra voz de funcionarios del Fondo que monitorean la evolución de laeconomía argentina. "El Fondo no opina sobre los asuntos internos de lospaíses", dijo a La Nación desde Washington una fuente delorganismo.

Sin embargo, la posición del Fondo sobre la Argentina ya era conocida. Elsubdirector ejecutivo del FMI, el influyente economista norteamericano StanleyFischer, había asegurado en mayo último en Santiago, Chile, en la reunión delForo Económico Mundial, que la Argentina debía continuar con el régimennacido de la mano del ex ministro Domingo Cavallo.

"Es evidente que cuando hablamos de tipo de cambio nos referimos a laopción del cambio fijo, que tienen unos pocos países como la Argentina o HongKong, y el cambio flotante, como tienen muchos otros. Ytambién es cierto que enesto sucede como en los matrimonios, según dijo hace poco George Soros:cuandose está casado un tiempo se quiere un cambio, pero la experiencia demuestra quemás valía quedarse con la esposa original", manifestó en mayo últimoFischer.

Y de inmediato agregó: "Para tranquilizar a mis amigos argentinos debodecir siempre que cuando se tiene un sistema que funciona bien convienemantenerlo. Y no se puede olvidar que el esquema de convertibilidad le sirvió ala Argentina para alcanzar en los años 90 el mayor crecimiento del siglo parauna década", destacó. Cavallo también reaccionó contra la propuesta deMoyano. "Que vaya a Brasil y hable con los trabajadores camioneros y tambiéncon los