Dura polémica por la moratoria tributaria
El gobierno condonó las deudas impositivas en un decreto que fue muy cuestionado por los especialistas; según Machinea, la recaudación subirá 1000 millones.

Antes de partir rumbo a Europa, el presidente Fernando de la Rúa firmó eldecreto que habilita a perdonar las deudas por intereses y multas hasta el 31 deoctubre de 1999, a través de un plan que fija una tasa del 1% para los pasivosde hasta cinco millones de pesos y del 1,33% cuando se supere esa suma.
El ministro de Economía, José Luis Machinea, consideró que el planincrementará la recaudación en $ 1000 millones.
En declaraciones a La Nación, el subsecretario de PolíticaTributaria, Juan Carlos Gómez Sabaini, afirmó que "esto no es unamoratoria, sino una consolidación de deudas fiscales para un grupo decontribuyentes que han tenido problemas por la recesión de los últimos 15meses". Además, Gómez Sabaini destacó que habrá 2 proyectoscomplementarios al decreto de ayer:"Una ley para cerrar la presentaciónespontánea cuando termine el plan que lanzamos ahora y otra que elimina elbloqueo fiscal".
-¿Por qué no se limitaron a bajarles la tasa a los planes de facilidadde pago que ya lanzó la AFIP? -preguntó La Nación.
-Eso es lo que hicimos: bajamos la tasa -respondió, tajante, el funcionario.
Pero los especialistas consultados por La Nación respondieron casi alunísono que la medida desalienta a los cumplidores y que, además, no lograrálos objetivos que se propone. Los economistas AdolfoSturzenegger y Carlos Rodríguezafirmaron que la medida "beneficia a los evasores". Rodríguez dijodesde Punta del Este que "esta medida continúa con la tendencia decastigar a los que pagan" y el analista de Acción por la República AdolfoSturzenegger consideró que "el Gobierno perdió la gran oportunidad parabrindar el mensaje de que se terminaron las concesiones para los que nocumplen".
Entre los tributaristas, también hubo opiniones negativas. Más aún, cercadel titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), CarlosSilvani, ratificaron que al funcionario la medida no le agradó porque "seafectará la recaudación". "La gente afloja el pago desde el momentoen que se empieza a hablar de estos proyectos", admitió con resignaciónuna alta fuente del organismo fiscal.
Uno de sus ex asesores, Leonel Massad, dijo que "este proyecto va afracasar" y recordó que en el último blanqueo que promovió el fallecidoCarlos Tacchi, cuando se desempeñaba como secretario de Ingresos Públicos,"sólo cumplió un 25% de los que se anotaron". Con bronca, Massadopinó que el plan oficial representará "pan para hoy y hambre para mañana",porque las empresas suelen anotarse y luego dejan de cumplir. "Si quierendarle 120 cuotas, que se las den, pero no perdonen, porque eso genera desalientoy escepticismo", remató el especialista.
Su par Alfredo Lammagrande admitió que las empresas no pueden cumplir conlos planes de pago que mantengan tasas del 2% o 3%, pero remarcó que "sinduda" este decreto generará un mayor incumplimiento. "No es justopara el contribuyente que pagó", expresó el ex director adjunto de laDGI. Palabras más, palabras menos, Sturzenegger afirmó que "el problemade las decisiones de gobierno es que siempre predomina el interés de cortoplazo por el de largo plazo". Y aunque suelen compartir toda reunióntributaria que exista, en esta