Una jugada de los bancos para ganar tiempo

03deFebrerode2000a las08:09
La jugada de losbancos oficiales al lanzar una refinanciación de pasivos para el sectoragropecuario no será más que adelantarse a las condiciones que impondrá laley 25.190, sancionada el año último y aún no reglamentada.

Este instrumento permite la refinanciación de pasivos para las Pyme de todoslos sectores y las condiciones para renegociar la deuda son muy similares a lasque instrumentarán ahora el Nación y el Provincia.

Los tiempos del campo no son los mismos que los de la función pública y lasituación de este sector no soporta esperar la reglamentación de la ley25.190. En este otoño, miles de productores estarán al límite de decidir sisiguen trabajando en el campo o cambian de rubro, y esa determinación dependeen gran medida de la actitud que adopten las entidades financieras.

Por ello, una de las medidas que más reclaman los dirigentes del sector alGobierno es la inyección de capitales para apuntalar las finanzas de losproductores. A eso apunta esta refinanciación, que abre el camino para que laproducción inicie el derrotero de la recuperación.

Paradojas

Los números delagro no cierran desde 1998. Ese año se produjo la paradoja de que con unacosecha récord comenzó la debacle del negocio agropecuario. La caída de losprecios de los productos sumada a una mayor presión impositiva sumieron alhombre de campo en una deuda cada vez más abultada, que hoy llega a los 6000millones de dólares con los bancos y otros 3000 millones con las empresasvendedoras de insumos.

Pero más allá de lo que representan esos montos, el mayor problema es quela cadena comercial está interrumpida para una gran cantidad de productores quepadecen los resultados de magras cosechas por efectos del clima, y esoobstaculiza la labor en la tierra.

Estos efectos se observan con mayor intensidad en las economías regionales,que recibieron como golpe de gracia la crisis brasileña, que "congeló"la demanda de nuestro principal cliente en el exterior.

Una muestra de la crisis del campo fue la fuerte desaceleración en elotorgamiento de créditos bancarios para el agro durante el año último.

Fuerte presión

Los principalesrepresentantes del campo sienten cómo los productores presionan cada día con másfuerza para que haya medidas que favorezcan su rentabilidad. Por eso trasladanestas inquietudes a los funcionarios, que no encuentran aún demasiadasrespuestas en el corto plazo.

La llegada de René Bonetto, presidente de la Federación Agraria Argentina,a un cargo del directorio del Banco Nación le dio al campo una herramienta máspara participar en las decisiones de la entidad.

Bonetto, desde hace un mes, es uno de los principales impulsores de larefinanciación y se ha convertido en un consejero del presidente de la entidad,Chrystian Colombo, en los asuntos agropecuarios.

Este espacio ganado en el banco y el agregado de la mesa agropecuaria, quemensualmente hace aportes para mejorar la relación entre el principal acreedordel agro y sus clientes, condujeron a que la refinanciación, que seríaanunciada la semana próxima, no sufriera demasiadas demoras.

El programa de refinanciación de pasivos fue consensuado con los principalesdirigentes del campo; por eso, cuando se anuncie no habrá voces en contra. Estántrabajando desde hace un mes.

Pero lo que también sabe el campo es que esta oportunidad que los bancosbrindarán a sus morosos puede ser la última para poner en regla las deudas.

El 31 del mes próximo vence el plazo que impedía la ejecución de morosospor la vía judicial.

En los pasillos del Nación se dice que aquellos clientes q