Sin aftosa, la Argentina abre puertas para vender carnes
El titular del Senasa, Oscar Bruni, dijo que seguirán los controles en fronteraPasaron165 años para que la Argentina dejara atrás el fantasma de la fiebre aftosa.Ya quedaron sepultados en el recuerdo 6 años sin focos de esa enfermedad quecerró los principales mercados mundiales para nuestros productos, pero tambiénhay que advertir que se cumplió otro plazo importante: ya transcurrió un añodesde que se dejó de vacunar al ganado y la protección sanitaria, a partir deahora, sólo dependerá de los controles fronterizos.
El presidente Fernando de la Rúa tiene en su despacho la resolución quefirmará el domingo para declarar al país libre de aftosa sin vacunación. Eseserá un anticipo burocrático del anuncio oficial que se conocerá el 24 delmes próximo en París, durante el plenario de la Organización Internacional deEpizootia (OIE).
Al ser declarado libre de aftosa con vacunación, en 1998, la Argentina tuvoacceso al mercado norteamericano con una cuota de 20.000 toneladas y con elnuevo status que obtendrá desde el mes próximo se abren las puertas de Asia,en especial con el potencial que ofrece China y las necesidades de importaciónque tiene Japón.
La campaña oficial para erradicar la aftosa comenzó con la gestión deOscar Bruni en 1987 y se lanzó en 1989 y, vaya casualidad, el mismo funcionariola cerrará el mes próximo, en su segundo mandato en el Senasa. Desde 1992eliminar la aftosa le costó al país unos 100 millones de pesos por año. Enuna entrevista con La Nación, el titular del organismo analizó los próximospasos que se darán para controlar la enfermedad.
-¿Qué garantías dará el Gobierno en el control de la aftosa?
-El tema aftosa no es un problema del Gobierno, sino de todo el país. Esuna cuestión de Estado. Tenemos garantizados los fondos del presupuesto delSenasa para la campaña de educación y control en todo el país. Hay queconcientizar a a la gente, especialmente en las zonas de fronteras.El Senasa, además, acordó con Gendarmería, Prefectura y la AFIPtransferirles poderes para ampliar la red de control y no sólo impedir elingreso de ganado con aftosa, sino también para evitar el contrabando. Además,estamos trabajando con Economía para que los fondos que hasta ahora transferíamosa ese ministerio (aproximadamente $ 5 millones por año) podamos utilizarlo parael programa de control; también recibiremos un préstamo del Banco Mundial por14 millones de dólares, para diseñar un plan de difusión en frontera.
-¿Cuál es la zona de frontera más delicada de controlar?
-Es la frontera con Bolivia, que aún tiene aftosa, en la región de Tarija.Respecto de Paraguay y Brasil, pensamos cerrar pasos y establecer un sólosector de ingresos de alimentos y animales.
En nuestro país el riesgo de contagio es mayor que en otras naciones que yano tienen aftosa, como Japón o los Estados Unidos, porque tenemos paísesvecinos con aftosa y las fronteras son muy amplias.
-Usted mencionó Japón. En ese país se registraron focos en los últimosmeses. ¿Cómo puede afectarnos esa situación?
-Lo que ocurrió en Japón debe servirnos como experiencia. Hacía 92 añosque en Japón no había focos de aftosa, esto demuestra que con esta enfermedadno hay que descuidarse.
¿Cuáles fueron los últimos controles que efectuó el Senasa?
-El año último se realizaron 17.000 muestras en todo el país y se comprobóque no hay actividad viral interna. Este año y los que le siguen se seguiránhaciendo muestras.
-¿Cuál será la mayor ventaja para la Argentina con el nuevo statussanitario?
-Eso nos permitirá ingresar en mercado