No se prohibirá el ingreso de alimentos importados
El secretario de Agricultura, Antonio Berhongaray, le manifestó a su par francés que se cumplirán todas las normas sanitarias y fitosanitariasPARIS (Deun enviado especial).-El secretario de Agricultura, Antonio Berhongaray, vivióayer tres momentos muy diferentes. El primero fue el llamado recibido desde laembajada de Brasil para disculparse por el episodio ocurrido el último lunes,cuando la delegación de ese país presentó un mapa con las islas Malvinas señaladascomo Falklands.
Según explicó Berhongaray, los brasileños adujeron que había tomado elmapa de Internet y que quien lo hizo desconocía el tema. Lo consideraron unmalentendido y lo invitaron a una recepción en la embajada para ofrecerlepersonalmente las excusas.
Luego almorzó con el ministro de Agricultura francés, Jean Glavany, en unencuentro en el que se habló de todo, y concluyó la jornada con el festejo porel nuevo status sanitario de la ganadería argentina.
Pero en el encuentro con Glavany hubo mucha tela para cortar. El funcionariofrancés le dijo que estaba preocupado por las noticias que había recibidorespecto de los controles en la importación de alimentos (anticipado enexclusiva por La Nación). Según Berhongaray, la respuesta fue que"no se prohibirá el ingreso de alimento importados, sino que haremoscumplir todas las normas sanitarias y fitosanitarias para aprobar la entrada delos productos".
Según el relato de Berhongaray, otro momento de rigidez se vivió casi alcomienzo del encuentro. "Me dijo que íbamos a brindar con vino champagne yyo le dije que me gusta el champagne francés. Dijo que eso era una obviedad,porque el champagne es francés, y yo le respondí con la misma frase anterior:"a mí me gusta el champagne francés"", recordó Berhongaray. Ladiscusión viene a cuento de que los franceses reclaman una denominación deorigen para los champagnes y exigen que este producto, en el resto del mundo,sea llamado vino espumante.
Subsidios encuestión Respecto del anuncio de la OIE, que declaró el país libre de aftosa sinvacunación, el titular de la cartera del campo señaló: "Hoy se puedefestejar la culminación de una etapa. Se logró el objetivo tan buscado,provocado por la permanente actividad de los productores, que ante la claraposibilidad de eliminar la enfermedad asumieron el compromiso paraerradicarla". También sostuvo que "la historia determinará por qué no tuvimosacceso antes a la vacuna oleosa que terminó con la aftosa, pero no es tiempo demirar hacia atrás sino de trabajar en las oportunidades que tendrán ahora lascarnes". La jornada de ayer marcó un punto de inflexión para el tratamiento de lafiebre aftosa. Hasta aquí llegó el magnífico esfuerzo de los ganaderos paraterminar en 10 años con el flagelo; ahora comienza la etapa de la prevención yde mejorar la penetración en los principales mercados. El Gobierno y los exportadores cargarán con esa responsabilidad, y cuandotranscurran una o hasta dos décadas se podrá evaluar si el trabajo que se hizoen este nuevo tiempo sin fi
Obviamente, enel almuerzo se trató el tema subsidios. "Me reconoció (por Glavany) quesi quitan los subsidios, 500.000 de los 600.000 productores desaparecen, y quetenían un problema demográfico", apuntó Berhongaray y agregó: "Leplanteé la posibilidad de que aplicaran esa ayuda a la familia rural y no a laproducción, así no inciden en los mercados, y coincidió en que era unapropuesta viable".