El último, que apague la luz

26deJuniode2000a las08:15
HECTOR TAVARES

Transcurrida la mitad del año, el balance bursátil no puede considerarsepositivo. Los volúmenes siguieron en retroceso y lo que es peor, concentrado enunas pocas especies de corta vida. Como un hecho negativo adicional, continúasin prisa y sin pausa el éxodo de empresas, ya sea por fusión, canje,absorción, retiro y todo argumento válido que pone en riesgo la amplitud deproductos del mercado. Y si no hay productos no hay inversión. Pensar que sepuede compensar con Cedear o con acciones de la casa matriz no conforma a losaccionistas locales.a comenzó el canje de Banco Río por Banco Santander yBanco Galicia por Grupo Financiero Galicia, aunque en este caso accionistasdisidentes prometen "dar batalla". Otra que se retira es BGH, con uncomportamiento honorable pues propone abonar 35% más que su valor de libros y15% más que su última cotización.

La Bolsa es anticipación y los inversores siguen de cerca los números de larecaudación y producción. Si bien hay una leve mejora respecto de igualesperíodos de 1999, se teme por estos indicadores para cuando deban sercomparados con el segundo semestre, que en 1999 fue el de mayor actividad.

En los primeros cinco meses del año se destaca la evolución de lasiderurgia, que subió 30%, fundamentalmente por ventas al exterior en razón demejores precios. Aluar sigue incrementando mes a mes sus niveles productivos ycoloca el 80% en el exterior. Siderar y Acindar deberán absorber su menordemanda interna para reflejar esta mejoría en sus estados contables.